El 10,3% de los menores de Melilla reconoce haber sufrido acoso de forma ocasional, dato que sumado a los que también lo han sido a través de las redes sociales y las tecnologías de la información, elevan a más de novecientos el número de víctimas, todos ellos a manos de compañeros. Así lo recoge el informe "Yo a eso no juego. Bullying y ciberbullying en la infancia", publicado recientemente por Save the Children, en el que se señala que estos chicos y chicas han sido objeto de insultos directos, robo de identidad en las redes, golpes o robo. El informe deja de manifiesto que el 10,3% de los menores de Melilla ha sufrido acoso de forma ocasional, y que el 0,7% lo ha sido de forma frecuente. Las cifras en relación al ciberacoso no experimentan mucha diferencia, con un 0,8% frecuente y un 7% ocasional. Hechos que elevan al 4,3% el total de menores que han sido víctimas de acoso o ciberacoso en la ciudad en los últimos dos meses, situándonos por encima de la media nacional del 3,7%.
En cuanto a los agresores, el 3,5% reconoce que lo ha sido de forma ocasional y el 0,5% de forma frecuente; una cifra que no experimenta cambios cuando se habla del ciberacoso. En relación al uso de las nuevas tecnologías para este tipo de comportamientos, sitúa a Melilla, con un 2% de jóvenes de ambos sexos como agresores, por encima de la media nacional del 1,6%.
Pero el estudio, en uno de sus apéndices, denuncia que en Melilla 432 menores han sido víctima de acoso, 310 de ciberacoso y 170 de ambos casos, lo que arroja una cifra total de 912 víctimas, que han sido maltratados por 399 agresores (156 acoso, 165 ciberacoso y 78 en ambas vías). En cuanto al sexo de las víctimas de acoso, el 4,1% eran chicos y 3,5 eran chicas; lo mismo que en el ciberacoso. En cuanto a los ciclos educativos, el 4% de los acosos se han dado en el primer ciclo y el 3,5% de los casos en segundo ciclo.
Al hablar del tipo de acoso sufrido en los dos últimos meses, el 26,3% ha recibido insultos directos, el 21,6% insultos indirectos, el 16,4% víctimas de rumores difundidos; el 10,3% víctima de robo o daño; el 8,8% ha recibido golpes físicos; el 7,8% ha experimentado exclusión, y el 8,9% ha recibido amenazas, parámetros que han superado de largo la media nacional.
En el caso del acoso a través de internet o las aplicaciones móviles, el llamado ciberacoso, el 12,3% de las víctimas ha recibido insultos; el 12% insultos indirectos; el 6,2% ha sido víctima de rumores; el 6,8% ha recibido amenazas; el 3,7% ha sido excluido de los grupos; el 1,8% ha visto como se ha subido a las redes información comprometida; e, 2,5% ha sufrido el robo de información; ;el 2,3% ha sido víctima de robo de identidad; el 3% ha visto como han subido información personal; el 2,5% ha visto como se han retocado fotos suyas, y el 2,9% ha experimentado la suplantación de identidad. El 2,9% de los autores de acoso son chicos y el 2,1% son chicas, mientras que en el ciberacoso el 4,7% son chicos y el 3,5% son chicas.
Todo esto nos lleva a que en los dos últimos meses el 13,8% de los adolescentes de Melilla han sufrido insultos directos, el 8,1% insultos indirectos, el 10,9% ha recibido golpes; el 6,2% sufre de exclusión del grupo; el 5,5% ha sido víctima de rumores; el 4,6% ha recibido amenazas y el 2,8% ha sido víctima de robo; cifras que nos sitúan, en la mayoría de los percentiles, por encima de la media nacional.
Datos generales
A nivel nacional, según el estudio, uno de cada 9 estudiantes considera que ha sufrido bullying en los últimos dos meses (9,3%), y uno de cada 7 reconoce haber sido víctima de ciberacoso. Estas son algunos de los datos del informe "Yo a eso no juego. Bullying y ciberbullying en la infancia", publicado recientemente por Save the Children.
El informe, que ofrece un análisis de la situación del bullying y ciberbullying en nuestro país ha sido realizado con una muestra de más de 21.000 estudiantes de entre 12 y 16 años, repartidos por todo el territorio.
Según se desprende de los resultados, el acoso escolar (insultos directos o indirectos, robo de pertenencias, amenazas, golpes o exclusión…) está aumentando en España, siendo las comunidades con mayor porcentaje de víctimas de acoso Murcia (11%), Andalucía (11%), Melilla (10,3%) e Islas Baleares (8,6%). Respecto a las conductas de acoso, el 32,1 % de los niños de primer y segundo ciclo de la ESO reconocieron "haber golpeado, pateado o empujado" a otro menor y cerca del 50% "haber insultado u ofendido" a otros compañeros en las semanas previas al estudio, siendo estas conductas frecuentes en el 10% y el 14,7% de los estudiantes encuestados, respectivamente.
Al analizar el acoso a través de las nuevas tecnologías, cuyo impacto es más grave debido a que la duración en el tiempo y la audiencia del acoso se amplifica, las cifras son aún mayores. Según los datos del informe de Save The Children, uno de cada tres estudiantes reconoció haber insultado a través de internet o el móvil, y cerca de uno de cada 10 haber amenazado a otro estudiante.
Si bien los niños y niñas que reconocieron haber ejercido alguna conducta de acoso sobre otro compañero señalaron mayoritariamente desconocer la causa por la que ejercieron este tipo de violencia, en algunos casos la orientación sexual, el color de la piel, la cultura o la religión se señalaron como posibles justificantes de esa conducta.
Propuestas
El informe de Save the Children plantea una serie de recomendaciones que se deben tener en cuenta para atajar este problema en las aulas. En primer lugar, advierte de la necesidad de elaborar una estrategia integral contra la violencia contra la infancia, ya que la ausencia de un abordaje integral "resta eficacia" a las medidas que puedan implementarse, así como de la necesidad de tomar conciencia social del alcance y gravedad de este tipo de comportamientos, de tal manera que dejen de considerarse simplemente como "una cosa de niños".
En esta línea, "resulta determinante reforzar la educación emocional y la adquisición de habilidades sociales y valores de convivencia" y desarrollar programas para mejorar la asertividad, la empatía, la resolución de conflictos y la autoestima entre los escolares.
¿Qué se puede hacer?
El informe de Save the Children plantea una serie de recomendaciones que se deben tener en cuenta para atajar este problema en las aulas. En primer lugar, advierte de la necesidad de elaborar una estrategia integral contra la violencia contra la infancia, ya que la ausencia de un abordaje integral "resta eficacia" a las medidas que puedan implementarse, así como de la necesidad de tomar conciencia social del alcance y gravedad de este tipo de comportamientos, de tal manera que dejen de considerarse simplemente como "una cosa de niños".
En esta línea, "resulta determinante reforzar la educación emocional y la adquisición de habilidades sociales y valores de convivencia" y desarrollar programas para mejorar la asertividad, la empatía, la resolución de conflictos y la autoestima entre los escolares.
