La Ciudad Autónoma va a optar a una subvención estatal que cubriría entre 2 y 4 millones de ese presupuesto
La Asamblea de Melilla ha aprobado el proyecto de naturalización del tramo urbano del cauce del Río de Oro a lo largo de un km, una actuación que supondría una inversión de 5,5 millones de euros y por la que la Ciudad Autónoma va a optar a una subvención estatal que cubriría entre 2 y 4 millones de ese presupuesto.
El proyecto ha visto luz verde durante un pleno urgente y extraordinario celebrado este jueves debido a que era el último día para que la Ciudad Autónoma pudiera presentar el proyecto y la solicitud de la subvención en una concurrencia competitiva del Ministerio de Transición Ecológica para proyectos enfocados a infraestructuras verdes en municipios de más de 50.000 habitantes.
El voto a favor del PP en la votación de la urgencia de la sesión ha permitido que se pudiera celebrar, debido a que la escasa afluencia de diputados, solo 14 de 25, no daba al Gobierno el mínimo de 13 votos requeridos para ello.
Tanto la vicepresidenta primera de la Asamblea, Dunia Almansouri, como el consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, han agradecido ese gesto de “esfuerzo” y “responsabilidad” del PP durante un debate tranquilo en el que el diputado popular Manuel Ángel Quevedo ha aclarado que eso no significa que estén de acuerdo en cómo se han hecho las cosas.
“Lo hacemos por responsabilidad para concurrir a una subvención para esta actuación”, ha señalado el PP, que se ha abstenido en la votación sobre el asunto porque el proyecto fue presentado “a última hora y totalmente incompleto” y “es manifiestamente mejorable”, ya que hay cuestiones en la memoria y los planos con los que dicho partido no está de acuerdo.
El consejero de Medio Ambiente ha puntualizado que se trata de “una cuestión de ciudad” y un proyecto que no es de ningún partido concreto, sino que “quedará durante muchísimos años para que los melillenses puedan disfrutarlo”.
En concreto, se trata de actuar sobre la losa de hormigón que cubre el lecho natural del cauce del río, aunque ha explicado que no se va a levantar al completo, sino que se va a agujerear y hacer un corredor verde con una plantación para que afloren especies de fauna y flora autóctonas y se consiga una zona de ocio para los melillenses.
Mohatar ha señalado que no se puede levantar la losa del cauce por la evacuación de las aguas de lluvia, cuestión que, como ha recordado poco antes Manuel Ángel Quevedo, fue lo que llevó a hacer la desembocadura del Río de Oro “a pico y pala” a mitad del siglo XIX para evitar inundaciones en la ciudad al chocar el río con el cerro de San Lorenzo.
Por eso, ha puntualizado Quevedo, “no se puede hablar de recuperar el río ni de renaturalizarlo” o recuperar especies en la desembocadura, sino que se trata de “un proyecto de paisajismo” en el que es necesario mantener la sección hidráulica para evitar inundaciones.
Mohatar se ha mostrado dispuesto a debatir y modificar el proyecto en lo que sea necesario a partir de enero entre todos los grupos y ha confiado en que el Ministerio otorgue la subvención para su puesta en marcha también por el impacto positivo que tendrá su ejecución de entre 60 y 70 empleos directos y otro 20 % indirectos.
