El nuevo reglamento, aprobado en la Asamblea para actualizar la normativa de 1997, obliga a los taxis a llevar sistema de pago con tarjeta y regula el vestuario de los conductores para que ofrezcan “una imagen positiva”
El transporte de pasajeros que presta el sector del taxi en Melilla deberá contar con vehículos ecológicos y no superar los 10 años de antigüedad gracias a un nuevo reglamento que actualiza el que está vigente, que data de 1997, y que busca “amoldar a los nuevos tiempos” este servicio público. La aprobación inicial de este reglamento en la Asamblea este martes ha recibido el único apoyo de los grupos políticos que sostienen el Gobierno, ya que los dos partidos de la oposición, PP y Vox, se han abstenido.
El diputado popular Manuel Ángel Quevedo ha justificado la postura de su partido al lamentar la “ocasión perdida” de incluir en el reglamento la necesidad de que este servicio cuente con un sistema de centralita o aplicación informática para pedir un taxi en lugar del sistema actual, basado en llamar por teléfono a una parada.
En palabras de Quevedo, se trata de un sistema “obsoleto y arcaico” que es, además, una de las principales razones por las que los melillenses no demandan más el servicio de taxi, habida cuenta que tampoco pueden solicitar uno de los vehículos que están en circulación, sino únicamente los que están en una parada.
El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, ha admitido que este modo de pedir un taxi “es arcaico”, pero ha explicado que están trabajando en la posibilidad de que Melilla se incorpore a la plataforma de radio taxi de Málaga para que las llamadas solicitando este servicio en la ciudad sean gestionadas desde la capital de la Costa del Sol.
Mohatar ha confiado en que se pueda cerrar esa posibilidad en estos meses, para lo que han hablado ya con Unitaxi Málaga, si bien ha apuntado que esta posibilidad supone un desembolso económico importante y también hay que “convencer” a los taxistas melillenses de que deben adaptarse a “los nuevos tiempos”.
Modernización del servicio
Al margen de ello, el consejero ha defendido la modernización del sector del taxi en esta legislatura con la renovación de casi la mitad de la flota de Melilla, compuesta por 60 licencias, ya que ha concedido 28 subvenciones para la adquisición de nuevos vehículos que han mejorado la imagen de este servicio en la calle.
El nuevo reglamento ahonda en ese objetivo porque, entre las novedades que incorpora, está la obligatoriedad de que los vehículos no superen los diez años de antigüedad y que sean más respetuosos con el Medio Ambiente, ya que únicamente podrán ser de tres tipos: eléctrico puro, híbrido o híbrido enchufable.
De este modo, se evitará lo que ha sucedido en Melilla hasta ahora, y es que la flota estaba compuesta por vehículos de 25 o 30 años.
Otras medidas que incorpora el nuevo reglamento afectan a la forma de otorgar o ceder la licencia y establecen obligaciones de seguridad e higiene para garantizar un servicio de calidad para los pasajeros.
El vestuario de los taxistas
También ha señalado el consejero que los taxis tendrán la obligación de incorporar sistemas técnicos de tarificación y pago, de modo que se pueda pagar con tarjeta en cualquiera de los vehículos.
Mohatar ha hecho hincapié en la regulación del personal para que los taxistas ofrezcan una imagen positiva, de manera que será obligatorio que en verano trabajen con pantalón largo y camisa o polo de manga corta y no se permitirá “bajo ningún concepto” que vayan “en bañador, pantalón corto, chándal o camiseta sisa”.
El nuevo reglamento introduce, además, un régimen sancionador que oscila entre los 200 y los 2.760 euros.
