El Melilla Baloncesto vencía ayer al ZTE Real Canoe por el resultado de 113-106, en un duelo cuyo ganador tuvo que dilucidarse tras un tiempo extra, al concluir el partido con empate a 93 y después de remontar los azulones trece puntos en el último cuarto. El Melilla Sport Capital Baloncesto saltaba ayer a la cancha del Pabellón Javier Imbroda, por primera vez, delante de los casi 200 aficionados que permitía la nueva normativa y con un ritmo de juego frenético. Antes se guardaba un respetuoso minuto de silencio en memoria del periodista deportivo Salvador González.
A ese juego veloz que proponían los melillenses, le iba a la zaga un ZTE Real Canoe que mantenía el pulso a los azulones durante todo este periodo. Solo las faltas técnicas señaladas por protestar al cuadro madrileño en los instantes finales permitía al decano irse por delante tras los primeros diez minutos de encuentro (36-29).
La velocidad del partido no decayó en el segundo asalto y con los ataques imponiéndose claramente a las defensas. Un duelo directo que en los primeros minutos de este acto se decantaba a favor de los de Alejandro Alcoba, liderados por un gran Mathieu Kamba, que lograban una renta por encima de los diez puntos (47-36), a cuatro minutos para la conclusión de la primera parte.
Pero poco le duró la alegría a los melillenses, ya que encajaban un parcial de 0-6 que comprimía el electrónico y hacía que la renta al término de los dos primeros cuartos fuera de siete puntos a favor del Melilla Sport Capital Baloncesto (53-46).
Como viene siendo costumbre para los de la ciudad autónoma, y tampoco esta vez fue una excepción, el tercer cuarto no se les dio bien. Así, en defensa el equipo local no mejoraba y a nivel ofensivo el caudal de puntos no era el de la primera mitad. Mientras, el ZTE Real Canoe seguía a lo suyo y conseguía no solo darle la vuelta al electrónico si no irse con una renta de trece puntos al último periodo (63-76), tras un 1-17 de parcial.
Los de Alejandro Alcoba intentaban reaccionar, llegando a colocarse a siete puntos (71-78) a siete minutos para el final. Pero el Melilla Sport Capital Baloncesto lo intentaba con más corazón que juego y varios errores, especialmente en el rebote defensivo, llevaba de nuevo a los madrileños a situarse con una ventaja de diez puntos (71-81), con poco más de cinco minutos por jugarse. Pero ahí aparecieron el factor público y Wintering, quien se echaba el equipo a la espalda. Mikel Sanz, por su parte, empataba el choque con un triple a 20 segundos. Misters dispuso de la oportunidad de darle la victoria, pero el partido se fue a prórroga.
En el tiempo extra, Melilla Sport Capital Baloncesto salió como un rodillo, de nuevo con un Wintering imperial y espoleado por el público presente. Con dos minutos de prórroga consumidos, los azulones ya mandaban (104-97) y las sensaciones eran otras. Pero este equipo está abonado a los finales de infarto, aunque esta vez con final feliz con el triunfo del decano por 113-106, lo que le permite seguir vivo en la lucha por la permanencia.
