El pasado jueves, 20 de julio, hubo programa político a tres en la TV1, pública, la de Sánchez, que pagamos todos los españoles. Fue un rollo espantoso. Los tres actores –Sánchez, Abascal y “Yoli”– no dieron para mucho. El moderador de la televisión pública dio para menos. El resultado: muy poca audiencia, tiempo y recursos públicos echados a perder. ¿Acertó Feijóo al no ir si no acudían también al programa los separatistas catalanes y vascos? Hay división de opiniones -la verdad es poliédrica- pero mi opinión es que acertó al no ir. Al menos no perdió el tiempo.
A Pedro Sánchez le ocurrió lo contrario. “La neutralidad institucional es para Sánchez lo mismo que el infinito para Zapatero: algo inconcebible” (Jorge Bustos, El Mundo, 19/7). El casi seguro nuevo expresidente ha seguido utilizando, en campaña, recursos públicos para fines partidistas, para sus propios fines, más bien.
GAD3, Michavilla -el que acertó plenamente en las recientes elecciones autonómicas y municipales- estuvo en esRadio, el jueves. Los latinos hacemos lo contrario de lo que nos dicen desde el poder, dice. Recuerda que el domingo, a las 20 horas ya no se va a poder votar y cree que va a haber problemas para acceder a tiempo en las grandes ciudades, como Madrid. Resaltó la importancia de la división del voto, por eso de la conversión del voto en escaños (la ley D’Hodnt). El voto útil de las pequeñas circunscripciones -las de 4 diputados especialmente- puede pesar mucho, cree. Su pronóstico es que el PP no va a sacar mayoría absoluta, aunque puede llegar a los 160 escaños. Los movimientos solo se pueden dar entre los dos partidos principales. Lo más probable es que entre PP y Vox logren la mayoría absoluta.
Recordemos -no añado dato electoral alguno- los últimos sondeos electorales, publicados el lunes, 17 de julio. ABC: 180 (mayoría absoluta) para la derecha. El Mundo no es tan optimista para la derecha: 147 el PP, 108 el PSOE, 176 para la derecha (mayoría justa). El País: 135 el PP, 110 el PSOE; PP y Vox no logran mayoría absoluta. La Razón: 153/158 el PP, 106/109 el PSOE, mayoría (pequeña, 179) para la derecha.
Conclusión: hasta el último minuto de hoy, domingo, hay partido, y el partido hay que jugarlo hasta el final. Va a ser divertido comparar los resultados finales con los resultados publicados por las empresas encuestadoras.
En lo que sí hay coincidencia pública es que hoy nos jugamos mucho, muchísimo, los españoles. La alternancia en el Gobierno, para empezar (y no es poco). Hoy ha de ser el gran día del cambio. Todos nos jugamos mucho, tanto los que votemos hoy -se prevé una participación porcentualmente alta, a pesar de los intentos de evitarlo, utilizando el calor de finales de julio como elemento disuasorio, por parte de Pedro Sánchez- como los que no están en edad de votar, o los que, contumaces en el error, afirman que ellos “pasan de la política”, inconscientes de que la política, la sociedad, jamás pasará de los que vivimos en la “polis”, en sociedad, ellos -los no votantes- incluidos.
Posdata
Que alguien como Sabrina Moh haya llegado a ser delegada del Gobierno, de España, en Melilla no tiene explicación racional alguna. Lo asombroso es que haya llegado a tal cargo. Lo inadmisible es que lo siga ostentando, después de lo que ha ocurrido con lo de la desaparición de la bonificación a empresarios y trabajadores melillenses, bonificación vigente desde el año 2004, hace nada menos que diecinueve años. Aún se explica menos que siga en el cargo después de lo que ha declarado la eternamente sonriente Sabrina – se ríe de todos los melillenses, como he escrito a menudo- a propósito de tal despropósito político y económico.
Me cuentan que es muy probable que, tras la marcha de Gloria Rojas, que se da por hecha, Sabrina Moh será la próxima secretaria general del PSOE melillense. Es lo que le faltaba al PSOE local para llegar a ser insignificante en Melilla. Lo triste es que en el PSME-PSOE hay personas válidas, pero no quieren dar el paso. Lo alentador es que, tras el resultado de las elecciones de hoy, Sabrina sólo durará unos pocos días como delegada del Gobierno en Melilla.
