En lo que a nosotros, MELILLA HOY, directamente nos concierne, conviene recordar que la libertad de expresión, en la Constitución y en numerosas sentencias del Tribunal Supremo, es un derecho aún más protegido que la libertad de información, con serlo esta también muy protegida. Cuando las expresiones se refieren a asuntos de relevancia pública y de interés general, por la materia y por la persona (persona que desarrolla un cargo público y profesionales de notoriedad o proyección pública) no hay intromisión en el honor, según numerosas sentencias del Tribunal Supremo Cartagena de Indias, es una de las ciudades más bellas del mundo, es la musa de Gabriel García Márquez, es una ciudad colombiana Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, es la ciudad que fue salvada del asedio británico en 1741 por el almirante Blas de Lezo, el gran marino español siempre invicto, el más grande estratega de la historia de la Armada española. Blas de Lezo, al que llamaban medio hombre porque sus heridas de guerra le habían mutilado gran parte de su cuerpo, resistió y finalmente venció al almirante inglés Edward Vernon, que mandaba una flota inmensa, muy superior a la española y que daba por descontado que Cartagena de Indias se rendiría, tan seguro como para acuñar medallas y monedas conmemorativas de la "victoria" inglesa. No contaba con el enorme ingenio y el coraje de Blas de Lezo, incapaz de rendirse, capaz de lograr lo que parecía imposible.
El pasado 12 de octubre se celebró el Día de la Hispanidad. Buena parte de la herencia cultural española, del mismo idioma español, se debe a alguien tan extraordinario, aunque no demasiado conocido, como Blas de Lezo, uno de los más grandes españoles de la gran historia de España, que es un gran país y que lo seguirá siendo si no nos rendimos ante los que quieren romperlo, ante los liberticidas, ante los tontos que, como dice el periodista Carlos Herrera en la Cope, ahora son legión aquí (en España no cabe un tonto más, dice y repite Herrera en sus programas radiofónicos).
Tampoco podemos rendirnos ante los que abusan del poder, ante los que manipulan la Justicia y dan pie a que, como sucede, la mayoría de los españoles consideren que el funcionamiento de la Justicia es uno de los más grandes problemas que los españoles padecemos, y muy especialmente los melillenses durante los últimos tiempos
En lo que a nosotros, MELILLA HOY, directamente nos concierne, conviene recordar que la libertad de expresión, en la Constitución y en numerosas sentencias del Tribunal Supremo, es un derecho aún más protegido que la libertad de información, con serlo esta también muy protegida. Cuando las expresiones se refieren a asuntos de relevancia pública y de interés general, por la materia y por la persona (persona que desarrolla un cargo público y profesionales de notoriedad o proyección pública) no hay intromisión en el honor, según numerosas sentencias del Tribunal Supremo. La denuncia del capitán, con la fiscal jefa y su denuncia "de oficio" como mascarón de proa, contra mí y contra el periódico es, realmente, una noticia típica y tópica para los que empiezan a estudiar periodismo: la noticia, nos dicen, es que un hombre muerda a un perro, no al revés. Aquí la noticia es que el que ha hecho tanto daño a tanta gente denuncie al dañado. Aquí la noticia es que un juez al que nos vimos obligados a recusar, al que en su tiempo criticamos por una sentencia suya tan inaudita -por no utilizar una palabra mucho más dura- que tuvo que ser revocada por la Audiencia, familiar de un declarado enemigo nuestro, pareja de una fiscal también enemiga nuestra, que ese juez nos denuncie e insulte, al abogado y a mí, por ejercer el legítimo derecho de pedir su recusación.
También conviene recordar que esta semana próxima se cumplirá un año desde que sufrí un atentado callejero, en forma de advertencia de quema no consumada, y consumación del atentado -mi coche quemado en la puerta de mi casa- dos días después y cuatro días más tarde de que apareciera en el periódico una entrevista con un guardia civil que, en representación de otros, criticaba a unos compañeros suyos. Los autores materiales del atentado están prácticamente detectados, pero los autores intelectuales permanecen todavía sin identificar. ¿Porque provienen de muy alto? ¿Por otra razón, aún desconocida? Todavía no lo sabemos, pero, como Blas de Lezo, no nos rendimos y no nos dejaremos asustar por fuerzas más poderosas que nosotros, por fiscalas amigas íntimas de quienes se declaran como enemigos nuestros, por jueces que se portan como si creyeran que son dioses. Porque nosotros podemos ser -como le ocurrió a Blas de Lezo con Vernon- más débiles que ellos (que tiran con la bala ajena que todos nosotros les proporcionamos), pero tenemos razón y, afortunadamente, a pesar de todos los fallos, vivimos en un Estado de Derecho.
Posdata.
Volviendo al 12 de octubre, el Director General de la Guardia Civil, Fernández de Mesa, en el acto de celebración de la Patrona del Cuerpo, la Virgen del Pilar, defendió la "incomprendida labor de la Guardia Civil en las vallas de Ceuta y Melilla para impedir la inmigración masiva y violenta" que causa "daños a la estabilidad y la convivencia en Ceuta y Melilla". No creo que haya nadie que haya defendido más que nuestro periódico esta labor de la Guardia Civil en Melilla. Debería saberlo, aunque sin agradecerlo, si no quiere, el nuevo coronel de la Guardia Civil de Melilla. Y tener mucho cuidado con el uso de motes repugnantes que, si los encuentra tan graciosos y así lo manifiesta, se podía aplicar perfectamente él a sí mismo.
Sobre el políticamente judicializado caso del campo de golf, la acusación repugnante de los enemigos del gobierno, la delirante "investigación" y los procedimientos ilegales (como la reseña a los no detenidos, algo ilegal, digan lo que digan los amigos del capitán) comandados por el capitán de la PJ al que el coronel defiende (un enorme error de corporativismo mal entendido), sobre todos los enormes y numerosísimos delitos que, en opinión del capitán, habríamos cometido tantos de nosotros (trece investigados y maltratados), sobre toda esa barbaridad ya sólo queda, según me dicen, un sólo trámite, pedido u ordenado, naturalmente, por una de las fiscales a las que antes me refería: el de confirmar si cuando el Club Campo de Golf llevaba la gestión deportiva del Campo se ingresaba en el Ayuntamiento/Ciudad Autónoma más o menos dinero por el cobro por jugar a los usuarios. Pues bien, para facilitar la tarea y contribuir al buen funcionamiento de la Justicia, les doy un dato numérico e irrefutable: el promedio mensual de ingresos en la Ciudad cuando nosotros llevábamos la gestión deportiva fue, en el año 2014, de 3.173 euros; el promedio de los ingresos mensuales del año 2016, con la gestión llevada directamente por la CAM, es de 1.054 euros (y, además, el coste anual para las arcas públicas por la gestión es aproximadamente 150.000 euros más que antes).
