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La columna de Salido

Las pensiones se mueren y nadie las llora

melillahoy.cibeles.net fotos 1679 Antonio Salido

Según las encuestas del CIS sobre los resultados electorales de diciembre y de junio, el 40& de los que tenían más de 65 años votó al PP. Si consideramos que los jubilados son unos 8,5 millones, nos daremos cuenta de que es de este yacimiento de donde extraen los conservadores sus mejores nutrientes. Las inseguridad que producen la edad y la precariedad económica…

… – más del 50% de los pensionistas cobra menos de 665 euros – inclinan a este colectivo a ser votante preferente del partido de la patronal y las finanzas. Curiosamente, no hay razón para este conservadurismo. Un repaso a lo ocurrido con las pensiones demuestra que las únicas trampas al porvenir son las que pone Rajoy. Un reciente informe elaborado para la poco sospechosa de izquierdismo Fundación de las Cajas de Ahorros por el profesor de la Universidad del País Vasco Ignacio Zubiri, señala que las reformas en este ámbito <>. O sea, que ha quitado el dinero a los pobres para dárselo a los ricos.

Empecemos por la subida de las pensiones. Ya he escrito y dado mi opinión en otras ocasiones, me preocupan y mucho, las presentes y futuras pensiones. Según el PP, ellos no han hecho como el <>: bajar las pensiones. Al contrario, fantasean con la cantinela de que las han subido un 9%. En esto, la primera mentirijilla es que Zapatero bajó las pensiones. No. Las congeló. No es lo mismo. Y la segunda es peor que una mentira, porque es una media verdad. Las pensiones subieron. Es cierto. En el 2012 un 1%; en el 2013 un 2%; en el 2014 y 2015 un 0’25%. Pero la capacidad de compra en este periodo disminuyó un 3’65% para las pensiones más bajas y un 4’65% para las superiores a 1.000 euros. Además, el índice de revalorización establecido por la reforma del PP hará que las prestaciones crezcan por debajo de la inflación durante muchos años. Para hacernos una idea: Zapatero, antes de entregarse atado de pies y manos al neoliberalismo, las revalorizó, desde 2004 a 2011, en un 50%. Y siempre elevó en proporción las más bajas.

Esta subida la han pagado los mismos pensionistas. El método ha sido muy sencillo. Lo primero fue establecer el repago (10%) de los fármacos. La idea permitió trasvasar 7.000 millones de euros del bolsillo de los ciudadanos a las arcas de Montoro. A esta sangría, le siguió la retirada de 417 medicamentos paliativos o curativos de enfermedades leves, pero comunes y estacionales, que suponían en un 10 y un 15% de las prestaciones de un médico de Asistencia Primaria, succionando así otros 500 millones. Y, a continuación subió el IVA, con lo que el Estado se embolsó 24.300 millones, de los cuales una parte importante proviene del consumo usual y cotidiano de aproximadamente ocho millones y medio de pensionistas, pues avanzaron dos puntos la mayoría de los alimentos y algunos productos farmacéuticos, y tres puntos la luz, el gas, el teléfono, la ropa y el calzado. Con la precariedad y los sueldos que quieren que bajen una vez más, serán millones los que no puedan pagarse un plan de pensiones privado.

En este capítulo, fue de especial crueldad la demolición de la Ley de Dependencia, que afectó muy particularmente al colectivo de pensionistas, y sobre todo a las mujeres. El gesto supuso 2.000 millones de euros menos y 400.000 desatendidos, bastantes de ellos, por desgracia, no lo pueden contar. Cientos de miles de pensionistas han tenido que asumir la atención a la dependencia de sus familiares. A lo que hay que sumar el descenso de las ayudas a la familia, más de 2.700 millones menos entre el 2009 y el 2014, según Unicef. Los mayores se vieron obligados a transferir una parte de su tiempo, cuando no de su espacio, a sus hijos, al tener muchos de ellos que regresar al hogar de sus padres a causa de la crisis o para facilitar la conciliación. Según la Unión Europea, el 17% de los abuelos <> a sus nietos, mientras en Alemania y Francia no pasa del 8%.

Ese es el triste panorama de la España donde vivimos, esa que el gobierno del PP, con Rajoy a la cabeza y muchos de sus dirigentes, lo venden especialmente como un cúmulo de parabienes, bendiciones y éxitos a los muchos pensionistas que les votan. ¿Seguirá siendo así caso de llegar a unas terceras elecciones? Yo se de uno que no les ha votado nunca, ni les votará, por estas y otras muchas razones, algunas, incluso, más graves, bochornosas, calamitosas e impresentables.

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