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Nota En Libertad

La razón al poder

melillahoy.cibeles.net fotos 1245 Carlos entrena a

Los nuevos gobiernos municipales de muchas ciudades importantes, Madrid, Barcelona, Valencia…, están, tras las elecciones de 24 de mayo, bajo el poder de la izquierda radical (Podemos o plataformas análogas) por el apoyo obtenido de los concejales del PSOE, y a la inversa, el PSOE va a conseguir diversos gobiernos de Comunidades Autónomas con el apoyo de los radicales.

Evidentemente, hay motivos para la preocupación porque a los radicales de izquierda lo que les interesa es el poder y no la libertad de los ciudadanos, ni el respeto a la propiedad privada ni a la libre empresa. Precisamente, la prensa internacional se ha hecho eco –con bastante alarma- de la nueva situación política local en España, pero comenta, que todavía, han de celebrarse las elecciones generales a finales de 2015 que traigan moderación a nuestra política. Sin embargo, lo que realmente no comprenden y les alarma, mucho, es la inclusión en las listas de los radicales de individuos como el concejal Zapata, que se ríe de los asesinados en el holocausto nazi. Evidentemente, la falta de humanidad de esta persona no le permite representar a los vecinos de Madrid.

Sin embargo, hemos de confiar en nuestro futuro pues aunque vivimos todavía la crisis económica, España dispone de la Constitución de 1978, democrática, la Unión Europea es factor de estabilidad, y estamos en fase de recuperación económica. Falta que se celebre la “madre de todas las elecciones”, las elecciones generales de noviembre o diciembre de este año 2015 y los españoles moderados debemos animarnos y despertar para defender nuestros intereses que, ciertamente, no coinciden con los de los radicales. Conviene impulsar una reacción política de los partidos políticos constitucionalistas, PP, C´S y PSOE. Especialmente, los partidos del bipartidismo deben recuperar el sentido político perdido. El PP necesita impulso y ganas de ganar, pues el disfrute del poder con mayoría absoluta, durante años, le ha adormecido y en su entorno ha surgido corrupción. El PSOE, también afectado por la corrupción, está deslumbrado por alcanzar algo de poder territorial, pero debe recuperar el sentido de Estado, y el sentido común, pues su apoyo, recíproco, a los radicales de izquierda es muy perjudicial para los intereses generales de España; así pues, debe reflexionar y remediar su desorientación ideológica, social y económica. En pleno siglo XXI, estos dos partidos políticos que representan a la mayoría de los españoles (52% de los votos emitidos en estas últimas elecciones) han de ver la realidad para no estropear la senda de nuestra democracia y el camino de la recuperación económica. Si tras las elecciones generales necesitan firmar una alianza para mantener la estabilidad en el país, deben hacerlo. Del Partido Ciudadanos cabe esperar que sus ideas de renovación y regeneración, que ilusionan a los ciudadanos, sirvan de palanca para potenciar las libertades y se aparten del manoseado mensaje de más gasto público e impuestos, propio del socialismo; en efecto, los españoles sufrimos alta presión fiscal e intervencionismo, y lo que precisa España es exactamente lo contrario, eliminar barreras burocráticas y disponer de un marco moderno de seguridad jurídica y económica.
“La razón al poder” es un pequeño pero extraordinario libro (Ed. Pre-textos Ed. Diciembre 2014) que reproduce las intervenciones de un debate celebrado en la Universidad de Karlsruhe (Alemania) el 23 de mayo de 2007 entre los filósofos Vittorio Hösle (de la Universidad Notre Dame, Indiana USA) y Boris Groys, de la Universidad de la ciudad alemana. El título del debate fue:”La razón al poder. Una disputa sobre el poder de la filosofía, el experimento del comunismo, el retorno de la religión y la legitimidad del capitalismo”.

Vittorio Hösle, al contestar una pregunta formulada por el moderador sobre el “malestar de la modernidad”, recordó que ya, durante los años 1920, surgió en la sociedad europea un malestar parecido al sentimiento actual de insatisfacción que dio lugar al nacimiento de extremismos que desembocó en el fascismo y el comunismo; y añadió que: “políticamente, no hay ninguna alternativa al liberalismo. Necesitamos un fuerte rule of law, es decir un imperio de la ley, necesitamos división de poderes, necesitamos un sistema que concede a todos los hombres los mismos derechos fundamentales y, tampoco hay ninguna alternativa convincente a la democracia.”
Estas breves frases del pensador V. Hösle debemos aplicarla a la sociedad española y saber que, contra el malestar, la solución no es el comunismo, cuyo fracaso está comprobado en Europa, en Cuba y en Venezuela. Por ello, necesitamos animarnos e insistir en el camino del éxito, el camino de la razón, ya que no hay alternativa a la democracia, al Estado de Derecho y a las libertades fundamentales. En Europa existe un gran sentido “social” con un nivel de bienestar envidiado por otros países; las instituciones prestan, desde la ley, servicios de educación, sanidad, sociales de ayuda a los más débiles, pero esta necesaria cobertura no puede extenderse hasta convertir el sistema en un modelo benefactor total que cubra todo lo que necesita o desea una persona: empleo, vivienda, luz, agua… porque sería el fin del individuo libre. Cada persona debe esforzarse para mejorar personalmente y progresar, y el Estado social no puede llegar a ser tutor pleno de cada individuo, ni sus necesidades o deseos ser atendidos como derechos. Esto es lo que lanza al mercado electoral el marketing de la izquierda. La oferta inacabable de derechos que ofrecen los partidos radicales de izquierda son una trampa para cazar el voto de ciudadanos crédulos, ya que, por un lado no hay recursos para tanto (derecho a la felicidad, la vivienda, a la salud, educación, renta básica, al crédito: ¿crédito o subvención?) y, por otro lado, llevaría al conformismo ciudadano que sería demoledor para nuestra sociedad.

Los partidos habrían de incorporar la “razón” a sus programas: no prometer lo que no se puede dar, porque crea frustración y porque es mentir al ciudadano hacerle creer que tiene derecho a “todo”, sin trabajar y sin esforzarse..

CONCLUSIÓN: La política debe recuperar la “razón”, que ha quedado dañada con los gobiernos nacidos de las elecciones municipales y autonómicas. Los partidos que defienden la libertad y el Estado de Derecho deben salir de su letargo, animar a los ciudadanos con oferta de avances posibles y denunciar a los radicales que ofrecen soluciones imposibles y fantásticas. Falta la madre de todas las elecciones: las elecciones generales. Los partidos constitucionalistas han de hablar de moderación, de tolerancia y evitar que España sea gobernada por la sinrazón de quienes no creen en el Estado de Derecho, en la libertad y en la democracia.

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