Abde-Ghafor El-Alami soñaba con llegar a Europa como polizón y poder exponer al mundo entero su arte plasmado en los lienzos. Pero al final ha sido en Melilla, el lugar del que quería huir escondiéndose en los barcos que van a la península, donde ha conseguido cumplir su deseo. Las paredes de la Sala de Exposiciones del Club Marítimo exhiben desde ayer 17 cuadros de este joven marroquí, que ya tiene 18 años, aunque llegó a nuestra ciudad hace dos como tantos otros para buscar un futuro mejor.
No fue fácil para Abde-Ghafor, que ayer en la inauguración estuvo arropado por otros chavales que se criaron junto a él en el Fuerte de la Purísima. Allí, ante sus obras, explicó que su pasión por la pintura ya la había descubierto en Fez, su ciudad, donde tiene muchos murales de arte callejero firmados por él. Aquí en Melilla desarrolló su talento para pintar entre la Escuela de Arte y el centro de menores, una afición que fue clave para que abandonara su obsesión por deambular las escolleras buscando su oportunidad. Este chico explicó a preguntas de los periodistas que, “como todos los niños que entran en Melilla”, iba a diario al puerto comercial para intentar colarse en los barcos y llegar a Europa como polizón porque pensaba que ése era “el futuro”. Aquellos fueron sus inicios en nuestra ciudad, aunque su afición a la pintura le ayudó a integrarse en el centro de acogida y encontrar apoyo para seguir evolucionando hacia la profesión a la que quiere dedicarse en el futuro. “Aconsejo a todos los chicos a que suban al centro si quieren mejorar su vida y su futuro. Conozco a gente que ha muerto en el intento de ser polizones y otros que están graves en el hospital por haberlo intentado, pero yo estoy viendo mucho futuro en el centro”, relató Abde-Ghafor El-Alami. Además, quiso agradecer a todos los que le han ayudado a hacer realidad su sueño de ser pintor y tener una exposición, como los trabajadores del centro de menores, la Consejería de Bienestar Social y la Escuela de Arte. Sin criminalizar El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, quiso acompañar a Abde-Ghafor en uno de los días más importantes de su vida. Durante la inauguración, dijo que la Ciudad Autónoma había decidido organizar esta exposición para pedir a la sociedad que no se criminalice a estos menores inmigrantes, al margen de que alguno de ellos haya podido delinquir. “No es justo que todos los menores sean vistos por la sociedad como menores criminalizados porque no es real”, dijo Ventura en declaraciones a los periodistas. “Si ponemos un poco de atención en estos chicos, veremos una imagen diferente a la que podamos tener en nuestra mente. Pido paciencia para que podamos ver lo que realmente hay, que son menores extranjeros que van buscando algo mejor y tenemos que ayudar entre todos”, dijo. Así, relató que cuando este chaval llegó a Melilla procedente de Fez, detectaron en el centro de menores que tenía talento para pintar, por lo que se encargó de crear un gran mural en el interior del recinto. “Desde ese momento pensamos que teníamos que dar esa otra imagen de un menor extranjero no acompañado con talento”, apuntó el consejero, que recordó cómo en Melilla trabajan como camareros, cocineros o jardineros muchos de los chicos que estuvieron acogidos en el centro de menores y que quisieron formarse para salir adelante. Es el caso de Abde-Ghafor El-Alami, que ha expuesto en el Club Marítimo 17 de sus obras, las cuales podrán ser compradas hasta el domingo a un precio de salida de 50 euros, en horario de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.30 horas.
