Los de Gonzalo García tuvieron muchos altibajos a lo largo de un choque en el que la gran actuación de Trey Davis y de Bamba Fall no resultaron suficientes
El Melilla Sport Capital Baloncesto encadenó este domingo su quinta derrota consecutiva (89-95) y prácticamente dice adiós a la categoría. Sólo un milagro -ganar los tres partidos y que los resultados de todos sus rivales le favorezcan- le salvaría.
El Melilla Baloncesto volvía al ‘Javier Imbroda’ en un duelo decisivo en la lucha por la salvación, ya que si encajaba una derrota más tendría que obrar un milagro para conseguir el objetivo de la permanencia. Por su parte, los cántabros aterrizaban en nuestra ciudad con los deberes hechos y sin opciones de luchar por los puestos de play off.
El primer cuarto empezaba con un choque muy equilibrado entre ambos conjuntos, con grandes ataques y defensas poco intensas, con lo que de esta forma se llegaba al ecuador con un marcador muy ajustado de 11-10.
Los siguientes cinco minutos continuaron con la misma dinámica, es decir con mucho acierto desde el perímetro y muy flojos atrás, hasta que en la recta final los cántabros se alejaron en el electrónico, estableciendo una máxima diferencia de ocho puntos, 20-28. Con este desfavorable resultado concluía el primer acto.
El arranque del segundo asalto no pudo ser peor para los de Gonzalo García (26-36), que, sin embargo, no querían irse del encuentro y fueron capaces de reaccionar, tras conseguir varias defensas exitosas. De esta forma, a tres minutos del intermedio el partido se igualaba (34-36), aunque el decano no se conformó y completó la remontada, situándose por delante en el luminoso (37-36), con un triple de Trey Davis y después de más de diez minutos sin conseguirlo.
Tras el gran parcial de los locales (11-0), el partido se niveló en intensidad, aunque con un Melilla Sport Capital Baloncesto que mantuvo la iniciativa en el juego, lo que le sirvió para marcharse al tiempo de descanso arriba en el marcador (45-43). Sin duda, un segundo cuarto muy bueno de los azulones, que lograron recuperar la distancia que había obtenido el Grupo Alega Cantabria en los primeros diez minutos, a base de una defensa más intensa y con mayor acierto en los tiros de campo.
El paso por los vestuarios les sentó fatal a los de la ciudad autónoma, ya que su rival se escapaba en el marcador con un importante parcial de 8-17. Así pues, al paso por el minuto 25 vencían los visitantes por nueve puntos (53-62).
El Melilla Baloncesto se agarraba al partido gracias a un excepcional Trey Davis, muy inspirado de cara al aro. Los locales reducían a seis su desventaja (63-69), una diferencia con la que terminaba el tercer cuarto y que les permitía seguir luchando por la victoria en un choque que estaba siendo muy duro.
El Grupo Alega Cantabria volvía a salir muy fuerte en el último periodo, llegando a alcanzar su máxima renta (63-77). Bien es cierto que los melillenses no arrojaban la toalla y recortaban las distancias con un 5-0 (68-77). Justo en este instante, y cuando parecía muy complicado, los melillenses supieron sacar fuerzas y acercarse mucho más en el luminoso, en concreto a cuatro a tres minutos del final (78-82).
Pero los de David Mangas querían llevarse el triunfo y sacaron la artillería pesada desde el 6.75 para alejarse de nuevo en el marcador (80-88). Este nuevo parcial para los visitantes fue definitivo para un Melilla Baloncesto que luchó hasta el último segundo pero que no consiguió darle la vuelta al partido, cayendo por el resultado de 89-95.
