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La ¿incomprensible? rendición de Pedro Sánchez ante Marruecos

Una viñeta, una broma -no demasiada broma- para empezar: “Ahora van diciendo que trato con menos respeto a Felipe VI que a su majestad el Rey Mohamed VI, fuente de clemencia y de misericordia, a quien Dios perpetúe en su Gloria por el bien de su pueblo fiel. ¿Te lo puedes creer?”, le pregunta Pedro Sánchez en la cama a su dormida mujer. Lo escribe y dibuja el genial JM Nieto en su viñeta del ABC del pasado 24 de enero. Es un extraordinario resumen de la postura política del presidente del Gobierno español ante el jefe, político y religioso, de nuestro vecino Marruecos, una postura de ¿incomprensible? rendición que tiene una extraordinaria importancia a la hora de comprender el presente de Melilla, y de Ceuta, y temer por el futuro de las dos ciudades españolas.

Lo de las relaciones de España con Marruecos fue uno de los temas tratados en el V Foro Empresarial organizado por PROMESA, que se celebró el jueves, con la presencia de dos ilustres invitados: Alberto Ruiz-Gallardón y José Bono.

Gallardón empezó su brillante intervención mencionando la importancia de la “reflexión creadora”. Continuó con lo que él considera -al revés que muchos economistas progres- una disminución de la desigualdad en el mundo globalizado en el que nos hallamos, destacando la importancia de la no dependencia de ciertos países en el importante asunto de la energía, de la necesidad de autonomía en lo que afecta a las infraestructuras. Otros temas que tocó: la cualificación como componente indispensable de la competitividad; una justicia buena que no puede ser vista como eficaz por la falta medios; la importancia de la normativa vigente como elemento de atracción de la inversión; los males derivados de la polarización política, de la falta de consensos; el optimismo sobre el futuro de España… a largo plazo. Y para terminar: con Marruecos debería haber “más reciprocidad y medidas concretas” (exactamente lo que no hay).

Bono, también abogado, también con un largo recorrido político, empezó mencionando su amistad con Alberto. Se declaró español, no nacionalista. Comentó sobre el común genotipo humano; la gran esperanza de vida en España; los casi 600 millones de hispano parlantes; su postura de “socialista moderado, que aplaude todo pero solo creo lo justo”; definió la autonomía personal y política como “decir lo que se piensa”; ve más odios que talento en la política; recomendó dar las explicaciones justas, sin pasarse; cree que en política los números son menos importantes que las emociones; recordó, con nostalgia, la transición y una foto de la concordia, cuyos personajes mencionó; cree ver -como buen socialista- la decadencia de EEUU y su sustitución por China como primera potencia mundial; en línea con Pedro Sánchez, cree que Marruecos es “el mejor vecino que podemos tener” (no vive ni en Melilla ni en Ceuta, evidentemente).
En el turno de preguntas (escritas), la primera fue para Gallardón -que conoce muy bien nuestra ciudad, en la que tiene antecedentes familiares- sobre la frontera que Marruecos tiene y mantiene (en el caso de la frontera comercial) cerrada. Gallardón contestó con una evidencia (y, como tal, olvidada): eso es competencia del Gobierno de España y la asfixia económica que Marruecos practica contra Melilla y Ceuta la calificó (con acierto) como “intolerable”. Bono, ante esa pregunta, se salió por la tangente (como era de esperar de un buen socialista, por muy “moderado” que sea).

De mediados del siglo provienen las archiconocidas ventajas fiscales de Melilla, tan útiles para las personas como inútiles han sido, hasta ahora, para el desarrollo económico de Melilla. Gallardón se manifestó a favor de nuestra entrada en la Unión Aduanera. Bono escurrió el bulto, de nuevo. Todos están, estamos, de acuerdo en que mantener las ventajas fiscales de melillenses y ceutíes es un pre requisito de cualquier negociación con la UE. También hay acuerdo completo en que la inversión en Defensa genera valor económico añadido y que el turismo melillense -bien llevado, no como ha ocurrido hasta ahora- necesita tarifas del transporte mucho más bajas para venir a Melilla.
No fue lo del jueves pasado un Foro dedicado al “análisis y futuro de la ciudad de Melilla”, pero sí fue interesante oír a personas inteligentes y con un gran recorrido político, al que ninguno de los dos -Gallardón y Bono- tiene el más mínimo interés en regresar. Por algo de lo que pasa en la actual política será.

Posdata

Leo lo de la “apertura” comercial de nuestra frontera con Marruecos “en forma de prueba”, según la delegada del Gobierno de Sánchez en Melilla, Sabrina Moh. Me parece una indignante tomadura de pelo a los melillenses. ¡Ya está bien! Nos toman por imbéciles.

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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