La Guardia Civil intervino ayer 61 kilos de polen de hachís que estaban escondidos en una furgoneta de matrícula nacional que pretendía embarcar a primera hora en el buque de Motril. El vehículo estaba ocupado por una sola persona, un marroquí que fue detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública. Es posible que el conductor tuviera intención de llevar la droga hasta Navarra, lugar donde reside, aunque la furgoneta estaba matriculada en la provincia de Barcelona. La droga, polen de hachís, estaba repartida en numerosos paquetes de diversas formas y tamaños, repartidos entre las paredes de la zona de carga y el salpicadero, lo que obligó a los agentes a desarmar prácticamente la zona delantera.