Desde que comenzara a principios de agosto la Fase de Retorno de la Operación Paso del Estrecho (OPE), la intensidad en el tránsito de vehículos y personas que cruzan la frontera de Melilla con Marruecos diariamente ha descendido notablemente.
Tal es así que, en el día de ayer, una inusual calma ‘reinaba’ e loa alrededores del puesto fronterizo de Beni-Enzar. Donde en los meses de junio y julio se formaban colas kilométricas de vehículos, tanto de viajeros de la OPE como de residentes en Melilla, que tenían que esperar largas horas para poder cruzar la frontera con personas vulnerables, en el día de ayer la estampa era totalmente distinta: las carreteras que conducían al único puesto fronterizo habilitado para pasar al país magrebí estaban completamente vacías, con uno o dos vehículos que, de vez en cuando, transitaba por la misma camino a la frontera.
Acceso peatonal
Lo mismo sucede con el acceso peatonal. Si en los dos primeros meses del verano, sobre todo julio, numerosas personas tenían que esperar varias horas en la cola ante un calor asfixiante y sin zonas de sombra, en el día de ayer las dos zonas de sombra que instaló la Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza eran ‘infraestructuras huecas’ en un camino y desangelado.
La escena se repetía en la zona de acceso a Melilla desde Marruecos: una casi nula presencia de vehículos y personas entrando a la ciudad desde el país magrebí.