La Comunidad Israelita melillense se suma a la comunidad judía mundial a la celebración, desde el 22 de abril y hasta el próximo día 30, la fiesta de Pésaj, la Pascua en la que recuerdan la liberación de la esclavitud de Egipto y los 40 años por el desierto camino de la tierra prometida.
El relato de Pésaj se recoge en el Éxodo del Antiguo Testamento y cuenta cómo los "hijos de Israel", liderados por Moisés, escapan de la esclavitud y se lanzan al desierto donde sobreviven durante casi medio siglo hasta llegar a Canaán.
Durante la semana que dura no se consumen alimentos fermentados en recuerdo a la premura por salir de Egipto que impidió hacer pan con levadura. La Matzá (pan ácimo) sustituye al pan normal. También es tradición prepararse para Pésaj con una limpieza profunda de las casas y algunas usan una vajilla especial. La gran cita de Pesaj son las dos noches consecutivas del Séder, una cena en la que se relata la salida de Egipto. La costumbre es comer, entre otros, hierbas amargas que simbolizan la esclavitud y una pasta marrón, Jaróset, en recuerdo a la argamasa que se utilizaba en la construcción.
