El Ejecutivo local no comparte los detalles del pliego de condiciones, como la diferencia de antigüedad de los buques, el incremento de las tarifas máximas permitidas y que no se aumente el número de frecuencias de las rutas con Málaga, Almería y Motril
El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Melilla ha lamentado el “perjuicio” que sufrirá en sus comunicaciones con la península y en sus aspiraciones de desarrollo turístico con el nuevo contrato marítimo que el Estado ha sacado a licitación para garantizar las conexiones en barco de la ciudad autónoma con Almería, Málaga y Motril (Granada).
Esta es una de las principales conclusiones que ha sacado el Ejecutivo melillense en su “valoración negativa” del pliego de condiciones tras tener conocimiento de sus detalles durante la reunión del Consejo de Gobierno que se ha celebrado este viernes 12 de enero, en la que ha participado el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Ángel Quevedo.
En rueda de prensa, el consejero de Hacienda, Daniel Conesa, ha argumentado el desacuerdo del Ejecutivo local con el nuevo contrato marítimo, que entrará en vigor a partir del mes de abril, al subrayar que, pese al “brutal” aumento presupuestario que supone respecto al que está vigente en la actualidad, no se traduce en “ninguna mejora” para la ciudadanía.
Así, ha explicado que el presupuesto de licitación pasa de 11.150.000 a 19.660.000 euros al año, un incremento superior a 8,5 millones de euros anuales que será “beneficioso para la empresa” adjudicataria, algo que ve bien para evitar que el servicio sea “deficitario” y que ninguna empresa estuviera dispuesta a prestarlo.
“Falta de equilibrio”
Sin embargo, no comparte los detalles del pliego de condiciones, entre ellas, la diferencia de antigüedad de los buques exigida para los dos lotes en los que se divide el contrato -uno para la línea que conecta Melilla con Málaga y otro para las que lo hacen con Almería y Motril-, ya que en uno de ellos el límite es de 5 años y en el otro, de 25. Esa “falta de equilibrio”, ha advertido el consejero de Hacienda, “dificulta la concurrencia y perjudica a la ciudadanía”, al igual que el incremento de las tarifas máximas permitidas, que serán solo para los residentes, dejando el precio máximo del billete de los no residentes “sujeto al criterio” de la empresa adjudicataria en las épocas de mayor demanda.
Esta es una de las principales críticas del Gobierno de Melilla al nuevo contrato marítimo porque entiende que “dificulta su aspiración al desarrollo turístico” de la ciudad y la efectividad de los bonos turísticos en los que la Ciudad Autónoma está haciendo un importante esfuerzo económico para intentar atraer visitantes.
Esas tarifas libres para no residentes son, en palabras del consejero, “la guinda del pastel” y “un terrible perjuicio” para la ciudad, además de “un despropósito que parece a cosa hecha para perjudicar a Melilla” con este contrato, cuyo plazo es de dos años, con posibilidad de una prórroga de otros dos.
Otras de las críticas del Gobierno melillense hacia el pliego de condiciones es el hecho de que no se incrementen las frecuencias de las tres rutas, que ya sufrieron “un recorte” en el contrato actual y que se mantienen en seis frecuencias semanales entre Melilla y Málaga y tres tanto en la línea de Almería como en la de Motril.
Asimismo, en épocas de mayor demanda solo se reserva un 10% de las plazas de pasajeros y vehículos para los residentes. Desde el 15 de junio al 15 de septiembre.
“Un despropósito”
Por último, la Ciudad Autónoma tampoco está de acuerdo con que los refuerzos en determinadas épocas del año no se hayan definido claramente, dejándolo al criterio de la Dirección General de la Marina Mercante, ni con el hecho de que se hayan plasmado los horarios orientativos, que se dejan “a la libre decisión de la naviera”, que puede cambiarlos cada tres meses.
En definitiva, “un despropósito” que, según Conesa, no supondrá ningún beneficio para Melilla, por lo que ha pedido a la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, que “explique las bondades” de este contrato porque “no las hay” al conllevar, en resumen, menos calidad y precios más caros pese a que cuenta con más dinero.
Butaca preferente a 80 euros y camarote para dos a 400: el nuevo contrato recoge una subida “importantísima” de los precios
El nuevo contrato marítimo que ha sacado a licitación el Gobierno de la Nación para garantizar las conexiones de Melilla con Málaga, Almería y Motril cuenta, además, con una subida “importantísima” en los precios para los ciudadanos, salvo en la butaca estándar, que mantiene el mismo precio: 50 euros, y el precio del turismo en hasta 4,5 metros de longitud, según ha desgranado en rueda de prensa el consejero de Hacienda de la Ciudad Autónoma de Melilla, Daniel Conesa.
Sin embargo, apunta que el camarote estándar para cuatro personas sube hasta los 200 euros, el de capacidad para tres se incrementa hasta 195, el de para dos personas a 200, y el que tiene capacidad para una persona, a 185 euros. Asimismo, la butaca preferente, “muy demandada” por los ciudadanos, pasa de 60 a 80 euros; el camarote preferente para cuatro personas pasa de 200 a 400 euros; el que tiene capacidad para dos, de 180 a 400 euros.
“El aumento es una barbaridad”, ha sentenciado Conesa.
