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La Ciudad defiende su gestión económica y bajada del paro frente al escepticismo de la oposición

Se guardó al inicio un minuto del debate por los fallecidos por el covid-19 y por los del naufragio del pesquero gallego ‘Villa de Pitanxo’

Destaca también su labor en materias como sanidad, educación, turismo, medio ambiente o nuevas tecnologías pese a la pandemia y el cierre fronterizo. -La oposición, no obstante, se mostró crítica con el discurso “triunfalista” del Gobierno local

El Gobierno de la Ciudad defendió ayer en el debate del Estado de la Ciudad -el segundo que se celebra en esta legislatura-la gestión que viene realizando durante estos tres años a pesar de “todas las adversidades” que han soportado por el cierre de la frontera con Marruecos y la crisis desatada por la pandemia del covid-19. Uno de los puntos en los que el Ejecutivo presumió de dicha gestión fue en el económico, en el destacó la reducción del desempleo interanual en un 16% o el aumento de afiliados a la Seguridad Social en más de 700 personas.

El presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, quien fue el primero en tomar la palabra, presentó entre otros logros del Gobierno local la reducción de la pobreza y el aumento de los ingresos medio por persona, la disminución en un 1,3% del abandono escolar o del saneamiento de las cuentas públicas en lo que se refiere a endeudamiento.

Fuera del ámbito económico, tanto el jefe del Ejecutivo local como el resto de consejeros mencionaron los múltiples proyectos e inversiones que se han desarrollado o van a desarrollarse, como es la rehabilitación del edificio de Correos, la ampliación del campus universitario, la construcción de escuelas infantiles, viviendas de protección oficial o la apuesta por mejorar el turismo en la ciudad.

“Constructivo”

El diputado local y presidente del PP de Melilla Juan José Imbroda, fue crítico con el “discurso triunfalista” del Gobierno local y se mostró pesimista con el panorama actual de Melilla. “No hay una ciudad feliz, una ciudad pujante, ni muchísimo menos boyante económicamente “, lamentó, afirmando en ese sentido la destrucción de puestos de trabajo, el aumento de la pobreza o la reducción del tráfico portuario y aéreo.

“Hay que actuar inmediatamente”, subrayó Imbroda, quien tendió la mano al Gobierno local y se presentó en modo “constructivo” para paliar la “grave situación” por la que atraviesa Melilla. Para ello, expuso varias actuaciones. En materia de turismo, propuso abaratar el precios de los billetes de avión y barco, la construcción del muelle de cruceros, y tratar con el Ministerio de Defensa para bajar el parador de turismo del cuartel ‘Primo de Rivera’.

En educación, rehabilitar “inmediatamente” el edificio de Correos, construir el pabellón polideportivo universitario o sacar dobles titulaciones. Y entre otras medidas exigió impulsar el convenio acordado en 2019 con la Junta de Andalucía, una rebaja fiscal para incrementar la actividad económico, impulsar las nuevas tecnologías, ayudar a los pensionistas con el copago farmacéutico.

En el tema fronterizo, insistió en que se termine con la excepción Schengen para que la Ciudad pueda “controlar” la frontera. Esta última petición generó polémica al afirmar que si se aplica esta medida los marroquíes que residen en Melilla ni los españoles de origen bereber “tengan problemas” con el visado para poder entrar y salir de la ciudad. Una afirmación que despertó la indignación entre las filas de CPM, ya que algunos de sus miembros interpretaron sus palabras como que los tachaba de “extranjeros”.

En lo que respecta al otro grupo de la oposición, Vox, su diputado Javier Da Costa también desconfió del optimismo en la gestión del Gobierno, y, entre los muchos apuntes que dejó, afirmó que hay más inseguridad en las calles, que Melilla está “más sucia que nunca”, las altas ratios de fracaso escolar o la “pésima gestión” de la pandemia del covid-19.

“La realidad es que Melilla vive sumida en un momento de absoluta incertidumbre. Trabajen, porque les queda un año. Melilla se va a la ruina”, alertó.

El Gobierno local celebró el “espíritu de concordia” con el que se presentó Imbroda, pero no terminó de confiar totalmente en el cambio de actitud y ‘disfrazarse” con una “piel de cordero”, como indicó De Castro.

“Las propuestas que ha presentado las podía haber hecho en 20 años. Todas estas cosas las podía haber puesto en marcha usted y su Gobierno”, reprochó la vicepresidenta del Gobierno local , Gloria Rojas, quien recordó todas las actuaciones que ha llevado a cabo en el ámbito del turismo o de educación.

En esa misma línea se pronunciaron el vicepresidente segundo de la Asamblea y consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, y la consejera de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad, Elena Fernández Treviño, que pese a que acogieron de buen grado la postura del diputado popular para trabajar y proponer medidas alternativas para mejorar la ciudad, no terminaron de creerse realmente su cambio de actitud y le reprocharon la “herencia recibida” de los anteriores Gobierno del PP.

“No han entendido el mensaje”

En su turno de respuesta, Imbroda lamentó que los miembros de la Ciudad no hubieran comprendido “el mensaje” que les quería hacer llegar de solventar la situación “excepcional” en la que se encuentra Melilla con la frontera con Marruecos cerrada y una “hostilidad flagrante” por parte de Rabat y una “economía destrozada”.

“Vamos a intentar hacer algo ya corriendo. Todo está ya sembrado. Nos ponemos manos a la obra cuando quieran, pero es para hoy. No para dentro de 10 años”, urgió el popular, asegurando que no se puede esperar más tiempo. Asimismo, también se mostró dispuesto a hablar con ellos acerca de las medidas que realizó su Gobierno en distintos ámbitos.

Por otro lado, también se dirigió al jefe del Ejecutivo, a quien le recriminó su comportamiento y actitud, calificándolo de “patético”.

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Redacción

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