El Gobierno de Melilla salió ayer al paso de las críticas ecologistas llamando a buscar un equilibrio entre el Medio Ambiente y las necesidades humanas, compaginando la puesta en marcha de proyectos que ayuden al desarrollo de la ciudad, pero “siempre desde un punto de vista de la conciencia medioambiental”. En este punto, el presidente melillense, Juan José Imbroda, felicitó a los diferentes consejeros de Medio Ambiente que ha tenido desde que está al frente del Gobierno autonómico, así como a sus respectivos equipos, porque han trabajado “muchísimo” en materia medioambiental y no han hecho una mala gestión.
Imbroda señaló de hecho que en casi dos décadas que lleva como presidente se han recuperado en Melilla 350.000 metros cuadrados de zonas verdes y se han multiplicado “por muchas veces” las plantaciones de árboles, protegiendo los que ya había, como los Pinos de Rostrogordo, que antes “se morían” por falta de actuaciones.
“Hay muchísimas actuaciones en verde, pero la ciudad necesita seguir desarrollándose y conservar ese equilibrio entre el Medio Ambiente y las necesidades humanas y compaginarlas”, afirmó Imbroda para salir en defensa del proyecto de ampliación del puerto comercial, que ayer fue rechazado por la asociación Guelaya-Ecologistas en Acción.
El presidente melillense recordó que Melilla tiene más de 11.000 parados y estaría “encantado” de que con la ampliación del puerto pudieran salir del desempleo entre 4.000 y 5.000 personas, ya que la ciudad tiene muchas debilidades estructurales, además de pocas posibilidades debido a su superficie limitada.
Por eso, al igual que a principios del siglo XX se hizo un puerto en Melilla bajo las rocas de la ciudad antigua, ahora “es bueno que se amplíe el puerto para que esos parados tengan una vida digna, al igual que los animales, pero equilibrando”.
Horcas Coloradas
Imbroda aprovechó para rebatir a Guelaya, que el día antes, además de rechazar la ampliación del puerto comercial, también consideró un “disparate” construir una nueva carretera” entre Horcas Coloradas y los acantilados de Aguadú.
Imbroda preguntó por qué iba a ser un disparate habilitar un camino peatonal entre Horcas Coloradas y Aguadú si no lo fue el nuevo paseo marítimo que une aquella playa con la de la Alcazaba y la recuperación de ambas, ya que sería una prolongación del mismo.
“En la vida sobran fundamentalistas de todo y aficionados sin conocimientos”
“En la vida sobran fundamentalistas de todo, y sobran muchas veces aficionados sin conocimientos básicos y científicos suficientes como para poder pontificar o martirizar y hacer, en este caso, un dogma del Medio Ambiente”, afirmó ayer Juan José Imbroda Imbroda respondiendo, sin mencionarla directamente, a Guelaya-Ecologistas en Acción.
“Estamos a años luz de cómo empezamos”, resumió Imbroda para subrayar la labor medioambiental que ha desarrollado su Gobierno, e insistió en la necesidad de ampliar el puerto comercial no sólo como una solución al desempleo, sino también para trasladar las industrias pesadas que molestan en la ciudad, como la planta incineradora.
Esta entidad, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, mostró su Ambiente su rechazo y total oposición a la ampliación del puerto comercial y “el disparate de construir una nueva carretera entre Horcas Coloradas y los acantilados de Aguadú.
