Director: Bill Condon. Intérpretes: Emma Watson, Dan Stevens, Luke Evans
En el siglo XVIII se publicó en Francia el cuento «La Belle et la Bête», escrito por Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve, cuya moraleja era que la belleza de las personas está en el interior, en sus sentimientos y forma de comportarse. Al día de hoy, convertido en clásico, su mensaje continúa siendo relevante y la historia sigue cautivándonos.
De «La Bella y la Bestia» se han hecho multitud de versiones en todos los formatos pero, al oir el título, a todos nos viene a la memoria la película de animación de Disney de 1991. «La Bella y la Bestia» fue catalogada como obra maestra del cine, es la primera película de animación nominada al Oscar a la Mejor Película, ganó el de Mejor Banda Sonora y Mejor Canción, tres Globos de Oro y cuatro GRAMMY, entre otros muchos premios. Fue el primer largometraje animado que recaudó más de cien millones de dólares en su estreno y la primera película animada de Disney que se convirtió en un musical teatral. Estuvo trece años en la cartelera de Broadway, se tradujo a ocho idiomas, y se puso en escena en más de veinte países.
Los productores pensaron que la historia tenía potencial suficiente para conquistar nuevamente al público. Presentaron la idea al director Bill Condon, para quien el atractivo del proyecto era doble: la oportunidad de hacer una película que es un homenaje a los musicales de la época dorada de Hollywood, y la de revisar una historia con la que se identifica a nivel emocional y profundizar en los personajes para averiguar lo que les motiva. Condon tiene conocimientos enciclopédicos sobre musicales y una clara comprensión de cómo la historia y la música convergen la una en la otra.
Mientras trabajaba con los co-guionistas Evan Spiliotopoulos y Stephen Chbosky, Condon decidió ampliar los temas intemporales de la historia y añadir más profundidad y dimensión a los personajes familiares, al mismo tiempo que rendía homenaje a la película animada y a su legado. La Bella y la Bestia comienza informándonos de la vida del Príncipe antes de convertirse en la Bestia y por qué mereció esa maldición. También cuenta la vida de Bella anterior a su llegada al castillo de la Bestia. La trama es sobradamente conocida.
Se ha buscado a los actores más idóneos para encarnar los diferentes personajes, recorriendo el mundo de la televisión, la música y el teatro. Emma Watson es la joven e independiente Bella; Bestia, el príncipe arrogante transformado por la maldición de una hechicera, es Dan Stevens; el egoísta Gastón (con nuevos rasgos) es Luke Evans y su torpe ayudante Lefou, Josh Gad; Kavin Kline es Maurice, el padre de Bella, que, en vez de inventor chiflado ahora es un artista que fabrica cajas de música. Se ha ampliado la historia con dos nuevos personajes: el Maestro Cadenza (Stanley Tucci) y la diva Madame de Garderobe (Audra McDonald), matrimonio que está actuando para el príncipe cuando es hechizado. El resto de sirvientes del príncipe, convertidos en objetos, son: Lumière (Ewan McGregor), el valet francés del príncipe transformado en candelabro; la descarada criada Plumette (Gugu Mbatha-Raw) es un elegante plumero; el exigente mayordomo CogsWorth (Ian McKellen) es un reloj de chimenea; la Sra. Potts (Emma Thompson), ama de llaves, ahora es una tetera y su hijo Chip (Nathan Mack), una taza.
El rodaje de La Bella y la Bestia se realizó en los estudios Shepperton, a las afueras de Londres, y en varias localizaciones exteriores del Reino Unido. La ciudad ficticia de Villeneuve se construyó en el set. El castillo del Príncipe/Bestia es una combinación de varios estilos sobre los que predomina el rococó, el salón de baile es un set gigantesco de 1.114 metros cuadrados de piso de mármol falso (basado en el techo de la abadía benedictina de Braunau, en la República Checa) y diez arañas de cristal, de 4 x 2 metros cada una (inspiradas en las de Versalles). La biblioteca contiene miles de libros creados especialmente para el rodaje. El bosque encantado que rodea al castillo, se construyó en el plató H, el mayor de Shepperton, necesitó quince semanas de trabajo, incluye árboles de verdad, setos, un lago congelado, una serie de puertas de hielo de 9 metros de altura y unos veinte mil carámbanos.
Si el diseño y construcción de decorados fue un trabajo arduo, el de vestuario no lo fue menos. De ello se encargaron Jacuqeline Duran y su equipo, compuesto por encajeras, modistas, joyeros, pintores y artistas textiles. El mayor obstáculo fue crear el vestido para Bella cuando baila con la Bestia en el salón del castillo. Es amarillo, en homenaje al de la película de animación, y consta de múltiples capas de organza de raso (55 metros en total) cortadas de forma circular. Aunque la historia se desarrolla en un formato de acción real, se ha necesitado mucho material de animación y generado por ordenador. Se escanearon en ordenador los detalladísimos sets y se convirtieron en formato 3D para crear digitalmente la película visual (pre-vis) antes del inicio del rodaje, con el fin de trazar el posicionamiento de la cámara y la iluminación.
En ocasiones, el director de fotografía Tobias Schliessler, que ha colaborado en cuatro ocasiones con Condon, optó por tomar el trabajo de cámara de la película animada y añadir sus propios adornos. Por ejemplo, el plano del baile de Bella y Bestia, la cámara hace barridos por ambos y luego asciende hasta el techo, Schliessler hace el mismo barrido con una grúa, pero luego mueve la cámara para captar los instrumentos musicales tallados en madera que hay en las paredes del salón mientras cobran vida de forma mágica y comienzan a tocar música. Rodar el espectacular número musical «Be Our Guest» al estilo Busby Berkeley-esque fue un reto técnico y exigió un mes de rodaje, seis meses de preparación y más de un año para finalizarlo. La escena se desarrolla en el comedor del castillo, todos los elementos eran reales y se rodaron con una tecno-Dolly, una grúa y otros equipos de iluminación especiales antes de que el material pudiera ser animado y aumentado por el equipo de efectos visuales en la posproducción.
Todo el equipo estaba de acuerdo en que la banda sonora de la película de animación es perfecta tal y como es, poe lo que no se han tocado. La música es obra del compositor Alan Menken (premiado con ocho Osacr) y la letra de las canciones la han escrito Howard Ashman y Tim Rice (ganador de tres Oscar). Se han creado tres nuevas canciones: la balada «Evermore» que canta Bestia después de entregar a Bella a su padre; «Days in the Sun», interpretada por los personajes del castillo cuando se preparan para ir a la cama y rememoran los viejos tiempos y «How Does A Moment Last Forever», cantada por Maurice mientras diseña una caja de música. También se han añadido algunas de las letras originales de Howard Ashman de las canciones «Gaston» y «Beauty and the Beast», que no se utilizaron en la película de animación.
Creada no para competir con el original, sino para rendirle homenaje, La Bella y la Bestia es una maravillosa películaa en todos los aspectos, que consigue mantener nuestro interés durante toda la proyección, a pesar de conocer sobradamente la historia, llena de aventuras, pasión y romance.
