“O cambiamos la ciudad o nos vamos a hacer puñetas”, ha advertido rotundo el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, que ha defendido con aplomo las propuestas e inversiones que recogen las cuentas de este año frente a una oposición que las tilda de “continuistas”
El Pleno de la Asamblea ha aprobado este lunes de manera inicial con los 13 votos a favor del PP y los 8 en contra de los diferentes grupos de la oposición, a saber CPM (3), PSOE (2), Vox (2) y Somos Melilla (1), los Presupuestos Generales de la Ciudad Autónoma de Melilla (PGCAM) para este año, dotados con más de 367 millones de euros. Tras su aprobación, los PGCAM estarán en periodo de exposición pública en el BOME durante un plazo de 15 días, en los que se podrá examinar y presentar cualquier tipo de alegación. En el caso de no ser así, el presupuesto se considerará definitivamente aprobado. En caso contrario, se retrasará su aprobación un mes.
Dejando a un lado la inflexibilidad de los tiempos administrativos, el Gobierno de la Ciudad ha defendido la urgencia y necesidad de aprobar las cuentas de este año a la mayor celeridad posible.
“No podemos perder ni un segundo”, ha apremiado tajante el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, quien, durante su intervención, ha subrayado la necesidad de cambio socioeconómico que precisa Melilla, “mirando al norte” -en referencia a la península-, y con la “columna vertebral” erguida hacia tres ejes fundamentales: la universidad, con el objetivo de conseguir 5.000 estudiantes universitarios; el turismo, a través de la puesta en marcha de la campaña de bonos turísticos para no residentes y la construcción de nueva infraestructura hotelera; y las nuevas tecnologías, con la atracción de empresas de juego online, software o videojuegos con las ventajas fiscales y la calidad de la fibra óptica de Melilla como anzuelo.
En definitiva, unas cuentas que tratan de paliar los “efectos negativos” que han provocado en la ciudad el cierre de la aduana comercial y la frontera por parte de Marruecos, la desaparición del comercio atípico y el incumplimiento del régimen de viajeros por parte del país vecino. “Y el Gobierno de España (PSOE) callado”, reprocha el consejero de Hacienda, Daniel Conesa, que, no obstante, señala que el Ejecutivo local no renuncia a restablecer unas buenas relaciones con Rabat.
A todos estos perjuicios, el Gobierno local menciona otras dos ‘plagas’ que han mermado “seriamente” a la ciudad, como es la supresión de la bonificación del 50% a las cuotas patronales de la Seguridad Social. Una decisión adoptada por el Gobierno central en septiembre de 2023 que ha contado con “el aplauso” del PSOE local y la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, y que “se ha tragado CPM”. Así, Imbroda contrapone la postura de Moh con la de su colega en Ceuta, Cristina Pérez, que ha dicho que trabajarán para recuperar el anterior sistema de bonificación.
Por otro lado, ha subrayado y defendido al mismo tiempo una de las medidas estrella de los PGCAM: las ayudas al alquiler para atraer a médicos especialistas a Melilla. “Es importante que lo hagamos. Si no, que lo haga el INGESA con el MIR y con el título habilitado”, señala, advirtiendo de que si no mejora la sanidad melillense de aquí en adelante, irán a una “guerra frontal” con el INGESA.
“Menos agua y más suciedad”
“A Melilla le esperan grandes cosas”, ha proclamado la portavoz del Ejecutivo local, Fadela Mohatar, que, al igual que su compañero Conesa, ha destacado el elevado nivel de inversiones con el que están regadas las cuentas de este año a pesar del “camino de obstáculos” que han tenido que atravesar con “la mochila cargada de piedras” que heredaron del anterior Gobierno tripartito de CPM, PSOE y Eduardo de Castro, así como del escaso margen de tiempo con el que han contado para elaborarlas por las diversas “circunstancias excepcionales” que el titular de Hacienda ha mencionado en reiteradas ocasiones.
Por ello, rechazan las críticas de la oposición acerca de que los PGCAM de este año sean “continuistas”, ya que se han encontrado con “un desierto de proyectos” nada más aterrizar en el Gobierno local.
Para CPM, en cambio, estos PGCAM, aparte de tener “menos agua”, también supone “más suciedad”.
La portavoz cepemista, Dunia Almansouri, no ha ahorrado en calificativos para definir estas cuentas como “clasistas, con poca planificación y con pocas inversiones”, un “lavado de imprecisiones y plagada de partidas que no saben si van a ejecutar”. Por ejemplo, ha recordado al Gobierno local que no pueden asumir el copago farmacéutico porque “no tienen las competencias” en materia sanitaria, o que la “única inversión” en nuevas tecnologías sea al sector del juego online, entre otras.
Asimismo, reprochó la eliminación de convenios, como el de la CEME o con la Asociación de Hostelería de Melilla.
“Deja Vù”
“Hemos empezado muy mal”, ha recriminado por su parte la diputada socialista Gloria Rojas, que tiene la impresión de estar viviendo un “deja vù” al contemplar los PGCAM 2024 con los “anuncios grandilocuentes” del Gobierno local.
“Hemos pasado de la era de los innumerables hoteles del señor Mateo, a los innumerables hoteles del señor Marín”, ha comentado Rojas, lamentando que, tras esto, los PGCAM no recogen “nada transformador” para la ciudad: ni inversiones en deporte base, en cultura, diversidad cultural ni para el antiguo edificio de Correos para uso universitario.
Asimismo, instó al Ejecutivo local a que les “digan la verdad” a la Policía Local. “Díganles que esa subida salarial se va a hacer por la Valoración de Puestos de Trabajo (VPT) que se puso en marcha en mi Consejería en la legislatura anterior”, ha aseverado, para añadir que el “desarrollo moderno” de Melilla “ha venido de la mano del PSOE”.
“Ciudad comunista”
Las cuentas de este año tampoco han sido plato de buen gusto para el portavoz de Vox, José Miguel Tasende, que no tiene dudas de que con las actuaciones que ha contemplado el Ejecutivo local en los PGCAM son para convertir Melilla en “una ciudad comunista”. Una afirmación que ha sostenido mediante ejemplos como la asunción de competencias por parte del Estado, como las ayudas a los médicos o la contratación de enfermeros en cada colegio, o el copago farmacéutico. Este último, “una cucada” a su juicio.
En sintonía con los demás grupos de la oposición, Tasende ahonda en la crítica que los PGCAM para este ejercicio son “continuistas” y no sirven para “cambiar el modelo económico de la ciudad”.
“El PP echa a los mejores”, ha cargado al final. Una bala que fue ha sido devuelta por el propio Imbroda. “¡No vamos a echar a nadie!”, ha exclamado, asegurando que cuando gobernó el PP la población de Melilla se incrementó en un 25%.
“Muy mejorables”
“No han aprendido absolutamente nada”, ha lamentado por último el diputado del Grupo Mixto (Somos Melilla), Amin Azmani, que ha denunciado “la soberbia y la prepotencia” del Gobierno del PP, especialmente en “las formas”, criticando el “escaso margen de tiempo” para examinar los PGCAM, con tan solo un fin de semana para estudiarlos y, seguidamente, cinco días para debatir las cuentas en tres sesiones y sin posibilidad de presentar algún tipo de enmienda o alegación.
“¿A qué tienen miedo para no presentar enmiendas?”, ha preguntado.
En cuanto al contenido, ha reconocido que los PGCAM son “muy mejorables”, criticando que no haya partidas para juventud, deporte, estudiantes o incluso para fomentar la alfabetización.
“Ni ocurrencias, ni demagogias”
“O cambiamos la ciudad o nos vamos a hacer puñetas”.
Imbroda lo tuvo claro tras escuchar desde el sillón de la Presidencia de la Asamblea cada una de las intervenciones, enfatizando en la necesidad de cambio radical que precisa Melilla “sin perder ni un segundo en demagogias, ralentizaciones o repentizaciones de cualquiera”, enfatizando en la idea de cambio radical que precisa Melilla a través de los tres ejes principales que mencionaron al principio: universidad, turismo e inversión en nuevas tecnologías.
“Melilla hay que cambiarla con o sin ustedes”, remató.
