El melillense Javier Imbroda Ortiz también participó ayer miércoles en el ‘Clinic Melilla Ciudad Europea del Deporte 2016’. El que fuera seleccionador nacional absoluto y entrenador del Real Madrid impartió una charla titulada Decálogo de principios para la formación, en el Palacio de Exposiciones y Congresos. El entrenador nacional expresó su satisfacción por participar en su tierra de este interesante clinic, en el que explicó que la charla basó principalmente sobre baloncesto de formación. «Está dirigida básicamente al mayor número de entrenadores, dedicados al baloncesto de base. Planteo un decálogo de principios en la formación, haciendo una reflexión con ellos, con algunos aspectos que considero sobre lo que debe ser la enseñanza, el entrenamiento desde la base». «También he compartido con ellos algunas ideas, pero la idea era que interactuasen conmigo para que me preguntaran cosas sobre las que pudieran estar interesados, aunque fundamentalmente con un decálogo de principios del baloncesto en formación», significó.
Por otro lado, tratamos con Javier Imbroda sobre la actualidad del Club Melilla Baloncesto, sobre cómo ha vivido al ascenso a la ACB y la posterior decepción por no poder militar la próxima temporada en la máxima categoría del baloncesto español por las complicadas exigencias que marca esta Asociación de Clubes. «Lo he vivido con mucha alegría e incluso firmé en MELILLA HOY un artículo que se titulaba ‘un ascenso para la historia’, y realmente ha sido eso, un ascenso para la historia deportiva importante a nivel colectivo. Estoy muy feliz de que el equipo de mi tierra fuese capaz de conseguir esta hazaña, después de tantos años compitiendo en la LEB Oro. Pero a partir de ese ascenso, era consciente de todas las condiciones que se necesita para poder competir en la ACB. Sabía que iba a ser muy complicado, pues las condiciones son leoninas o más bien anacrónicas. Verdaderamente es una barrera infranqueable para los tiempos que corren, no solo para Melilla, sino para varios equipos como hemos visto en los últimos años, como Burgos -en varias ocasiones-, Palencia y Ourense».
«Todos estos equipos, al igual que el Melilla Baloncesto, son modestos, que luchan mucho para poder estar ahí, y que finalmente no consiguen reunir esas condiciones. Es muy complicado, pero creo que el planteamiento ha sido inteligente, de al menos salvar la plaza por una temporada y ver qué sucede durante la próxma campaña, aunque igualmente no va a ser nada fácil. Al menos tienes la esperanza de que si reúnes esas condiciones o también que si al finalizar la temporada se producen cambios, pues quien sabe, pero soy consciente que no es nada fácil, con lo que cuesta en la cancha conseguir algo tan importante y que luego en los despachos las dificultades también son importantes. En definitiva, el ascenso lo he vivido con alegría, pero con tristeza también por no haber culminado el hecho de militar en la ACB», explicó el ex seleccionador nacional.
Javier Imbroda lleva varios años alejado de los banquillos de la ACB e indicó que para volver a dirigir a un equipo de la máxima categoría debe volver a sentir la pasión de sus inicios con un proyecto que verdaderamente le ilusione. «Nunca se sabe lo que puede pasar, pero siempre digo que soy un entrenador en excedencia, que nunca sabes qué puede suceder, aunque no se trata de una cuestión económica, pues afortunadamente mi vida tiene otros caminos. Sería una cuestión que me hiciera mucha ilusión, que de alguna manera me volviera a emocionar para volver a dirigir a un equipo de la ACB. Sería sentarse en el banquillo desde la pasión y no desde la obligación».
Precisamente, le preguntamos si esa ilusión se la podría proporcionar el equipo de su tierra: «Yo entiendo que no, pues siempre he considerado que un entrenador que ha ascendido a un equipo debe ser el mismo que viva esa experiencia. Creo que debería ser Alejandro Alcoba y me alegro lo que nadie puede imaginar, ya que alguien de mi familia continúa mis pasos, pero independientemente de mi familia y el lugar, el entrenador que asciende al equipo tiene que continuar. Debe vivir esa experiencia, pues es lo justo. He estado diecisiete temporadas en la ACB, que se dice pronto, pero para volver a los banquillos debo ilusionarme con algo que realmente me moviera de mi casa, siendo consciente lo duro que es esa exigencia», concluyó.
