Los partidos nacionales PSOE y PP demostraban en sendas ruedas de prensa que las diferencias que mantenían respecto al futuro autonómico de Melilla eran prácticamente insalvables. Mientras que el primero afirmaba que el segundo había aceptado la condición de encontrar un consenso previo en el manifiesto entregado por el alcalde en el Ministerio de Administraciones Públicas, éste tachaba a aquel de querer intoxicar a la opinión pública, reiterándose en que sólo votarían afirmativamente una proposición socialista en el caso en que plantease la tramitación del estatuto vía Ley Orgánica.
El buque "Sirius" de la organización ecologista Greenpeace arribaba a Melilla, por segunda vez en dos años, en su campaña de defensa del Mediterráneo.
