Cuatro trabajadores resultaban heridos de distinta consideración como consecuencia de la deflagración ocurrida en la sala de máquinas del Buque Ciudad de Palma que cubría el trayecto Melilla-Almería-Melilla. El más afectado fue un fontanero, que necesitó intervención quirúrgica, si bien estaba totalmente fuera de peligro. Además, una alumna de máquinas y otras tercera persona, el primer oficial, también fueron evacuados al Hospital Comarcal con quemaduras de primer y segundo grado, aunque su pronóstico era menos grave y serían dados de alta en breve.
El gobierno autonómico convocaba un pequeño acto en el Salón Dorado para rendir homenaje a las víctimas del accidente aéreo en el que murieron 38 personas y del que se cumplían dos años.