Los educadores de calle, que estarán acompañados por un integrador social y un auxiliar, tendrán que tener conocimiento de la lengua árabe o ‘tamazight’ para ser contratados. Según explicó el consejero Daniel Ventura, al menos uno de los integrantes de cada equipo tendrá que saber el idioma para comunicarse con los niños de la calle. Semanalmente se irán elaborando informes individualizados para conocer a los menores, sus necesidades, expectativas e intentar convencerlos de que abandonen la calle. Tener conocimientos de árabe o ‘tamazight’ es un punto a favor para comenzar a trabajar con los niños y adolescentes que se resisten a dormir en los centros de acogida de la ciudad.
Por eso, es uno de los requisitos que tendrá que cumplir al menos una parte de los educadores de calle que serán contratados para acercarse a estos menores a fin de convencerles de que la calle no es la mejor opción.
En declaraciones a los medios de comunicación, el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, aclaró que no será necesario que tengan dominio del idioma todos los miembros del equipo que intervengan con estos chicos. Pero sí los educadores, que estarán acompañados de un integrador social y un auxiliar.
Acompañamiento
«No queremos que estos educadores vayan solos. Normalmente no ocurre absolutamente nada. A pesar de lo que pensamos, tampoco son tan agresivos, quitando algún caso en particular», manifestó el consejero.
Aseguró que son chavales «que se abren a hablar», circunstancia que aprovecharán para intentar saber quiénes son, de dónde vienen, cómo llegaron a Melilla, cuáles son sus expectativas o si tienen familia.
Informes semanales
«Los objetivos que nosotros marcamos es que se haga una evaluación completa, un análisis e historial social», expuso. Según señaló, todas las semanas se irá actualizando la información relativa a estos chicos.
Recordó Ventura que desde la Consejería se está trabajando para que salga el contrato menor inicial, con una duración de entre 47 y 48 días.
«Queremos sacar un procedimiento de urgencia porque desde el gobierno de la Ciudad pensamos que es muy importante que se saque un nuevo contrato mayor para que se atienda de forma continuada a los menores de la calle. A los que están y a los que vengan», declaró.
“Reestructuración de ideas”
Uno de los objetivos, en palabras del consejero, es «hacer una reestructuración de sus pensamientos y cambiar sus ideas con respecto a ese futuro tan maravilloso que ellos creen que existe» cuando tratan de colarse en barcos para llegar a la Península.
Por otro lado, subrayó que los equipos de calle se esforzarán por ayudar a los menores que lo necesiten «a salir de la droga» y para que opten por vivir en los centros de protección, «como lo hacen los demás menores con una vida totalmente estructurada».
