El agente melillense estaba de viaje en Murcia para ver un concierto cuando ocurrió el suceso que le convirtió en héroe
Rocío Norzagaray
El pasado 3 de julio, José María López Díaz, conocido como “Guti”, policía local de Melilla, viajó a Murcia con amigos para asistir a un concierto de Marc Anthony y de rebote se llevó la enorme satisfacción personal de poder salvar una vida, algo que no entraba en sus planes, pero le enorgullece y “es algo que no se olvida”. El agente de responde a MELILLA HOY sobre la experiencia vivida fuera de servicio.
¿Había protagonizado en alguna ocasión un rescate similar?
Nunca. He tenido otro tipo de intervenciones en las que la vida de las personas peligraba, pero mi vida no estaba en juego.
¿Cómo es de difícil para los agentes desconectar del peligro cuando están fuera de servicio?
Nosotros fuimos a un concierto el día 2 de julio en Murcia y esa jornada pernoctamos en el pueblo de Blanca, que lo recomiendo, y el día 3 hacíamos una excursión por el pueblo. Uno no desconecta: está las 24 horas alerta. Disfrutas de las vacaciones, pero tenemos un chip distinto todos los agentes de Fuerza y Seguridad del Estado. Viene de fábrica: es automático.
¿Alguno de los dos sufrió alguna lesión?
La niña no precisó de asistencia sanitaria y yo en la pierna izquierda solo tuve una serie de golpes, pero eso y la pérdida del móvil quedan en segundo plano, son cosas superficiales. En ese momento te tiras al agua sin pensar qué llevas, se queda en anécdota. Es mayor la satisfacción de ver a la niña con su madre.
¿Qué sentía mientras lo hacía?
La adrenalina que desprendes en ese momento solo te deja pensar en salvar a la niña, nada más. Cuando se te agarra a la cintura ya sientes la alegría.
Respecto a la propuesta para la concesión de la Medalla con Distintivo Rojo ¿qué me puede decir?
Hay un protocolo, se reúne la Junta de Policía Local, lo estudian y pasan la proposición al presidente de la Ciudad, que lo tiene que aprobar en última instancia como máximo responsable de Seguridad Ciudadana. Este tipo de entregas se celebran el día del Patrón de la Policía Local, en el mes de septiembre. De cualquier manera, yo la medalla más grande ya me la llevé ese pasado 3 de julio. Independientemente de los reconocimientos, lo que te reconforta es la satisfacción del deber cumplido y de qué manera.
