Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Francisco, el policía ‘matrón’: “Cuando el bebé lloró, me quité un peso de encima”

Este agente melillense afirmó sin dudar que asistir en el parto fue “una de las experiencias más bonitas” de su carrera profesional, a pesar de los nervios que tuvo que pasar
(Autor: Guerrero)

Cuando entró a trabajar en el turno de noche para hacer el control documental en el paso fronterizo de Beni-Enzar, Francisco Millón no imaginaba que aquella noche le tocaría atender un parto de urgencia. Ayer, un día después de los hechos, este policía nacional de Melilla afirmaba que en los nueve años que lleva en el Cuerpo había sido una de las experiencias más bonitas que había vivido, pero al mismo tiempo reconoció que la afrontó con muchos nervios, que sólo se calmaron en cuanto el bebé rompió a llorar. “Cuando el niño lloró, ahí me quité un peso de encima y se me pasó todo. Me quedé más tranquilo”, admite este agente, que es “de Melilla, de toda la vida”, y lleva ocho años, prácticamente toda su carrera policial, destinado en el servicio de frontera entre nuestra ciudad y Marruecos.
Los hechos ocurrieron el miércoles de madrugada, sobre las 4.00 horas, cuando se presentaron en la frontera de Beni-Enzar un hombre y dos mujeres, una de las cuales presentaba fuerte dolores en el vientre.
Fue entonces cuando los policías que estaban de servicio en la frontera observaron que la mujer, de 47 años, estaba en avanzado estado de gestación, por lo que se activó el protocolo para estos casos, en el que el oficial solicitó una ambulancia para que recibiera asistencia sanitaria.
Sin embargo, Francisco Millón se dio cuenta de que la mujer llevaba la ropa húmeda y que, al contrario de lo que afirmaban sus compañeros, no era por sudor, sino como consecuencia de que había roto aguas, por lo que advirtió al inspector de que el alumbramiento sería “algo rápido”.

“Salió muy rápido”
Lo que no imaginaba, como reconoció ayer ante los micrófonos, es que sería inminente, ya que según afirmó, nada más entrar en las dependencias policiales para que la mujer esperara la llegada de la asistencia sanitaria, ésta se sentó inmediatamente en el suelo, rechazando los asientos, asegurando que “ya salía”.
“Conforme me di cuenta, el niño le salió muy rápido”, rememoró el joven agente, que pese a ser padre de dos pequeñas, aseguró que “esto da un poquillo de impresión”.
De todos modos, afirmó sin dudar que asistir en el parto fue “una de las experiencias más bonitas” de su vida profesional, a pesar de la preocupación y los nervios que pasó antes del alumbramiento porque, sin tiempo a recibir indicaciones del 061, llegó a pensar que quizá tendría que enfrentarse a un parto complejo.
Al final fue todo lo contrario, ya que en cuestión de segundos el bebé ya estaba fuera. Una vez que rompió a llorar, el agente comprobó que no había hemorragia y que la mujer también se encontraba bien. Fue entonces cuando ayudó a colocar al pequeño al lado de su madre y lo tapó hasta la llegada de la ambulancia.
Cuando el personal sanitario de la ambulancia se hizo cargo de la situación, Francisco regresó a su puesto de trabajo para continuar con su labor de control documental.
Tres horas más tarde, otra ambulancia tuvo que acudir a la frontera para asistir a otra mujer que también estaba de parto, aunque este joven policía melillense ya no tuvo que intervenir porque el alumbramiento no se precipitó como ocurrió con el caso anterior y, además, ocurrió justo en el relevo en la frontera, momento en el que Francisco regresó a casa aún con la impresión en el cuerpo tras su primera experiencia como matrón.

Loading

Redacción

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€