Ahora con más razón todavía, de forma individual, todos tenemos que ser más responsables que nunca porque va a estar en nuestras manos poder controlar que los contagios de covid no aumenten y con ello tener que volver a la casilla de salida en forma de restricciones y prohibiciones Los melillenses tendremos a partir de las doce de la noche de hoy sábado más libertad de movimiento porque seis meses después acaba el estado de alarma, pero debemos ser conscientes todos que lo que no acaba es la pandemia.
Por ello, ahora con más razón todavía, de forma individual, todos tenemos que ser más responsables que nunca porque va a estar en nuestras manos poder controlar que los contagios de covid no aumenten y con ello tener que volver a la casilla de salida, en forma de restricciones que tanto daño económico han hecho a nuestra ciudad, en diversos sectores, de forma especial en la hostelería y los servicios.
De hecho, aunque acabe el estado de alarma, de momento siguen las restricciones en cafeterías, bares y restaurantes, que tienen que seguir cerrando a las 9 de la noche, a la espera de lo que depare la reunión prevista para inicios de esta próxima semana entre la Asociación de Empresarios de Hostelería y el consejero de Salud Pública. También se mantienen los horarios de los comercios. La Ciudad seguirá con las limitaciones de reuniones, aunque pasando de cuatro a un máximo de seis no convienes, así como de aforos en templos religiosos.
Melilla y sus habitantes, por tanto, debemos seguir en guardia, ahora más ya sin toque queda ni prohibición de viajar salvo para causas de fuerza mayor, una vez que el Gobierno o de la Nación se ha desentendido de esta cuestión y ha dejado a las regiones en sus manos recurrir a los tribunales.
Esta noche empieza una nueva etapa de la crisis del coronavirus que llevamos padeciendo desde el 13 de marzo de 2020, en que se decretó el primer estado de alarma, una etapa ya marcada por las vacunaciones, que están cogiendo un ritmo acelerado después de unos primeros meses de escasez. En nuestras manos, y nunca mejor dicho, está que Melilla vaya superando esta pandemia y volvamos cuantos antes a la añorada normalidad prepandemia.
