Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

ES EL MOMENTO

ppf

Decía el estribillo de una antigua canción del grupo de música católica Getsemaní, vinculado a los Padres Pasionistas, que “ahora es el momento de tomar la decisión, ir hacia adelante o volver la vista atrás, no te importe el que dirán, dale marcha al corazón, puedes mucho más de lo que das”.

 

Las circunstancias por las que ha atravesado nuestra nación durante del período de cinco años transcurridos desde la llegada del Presidente Sánchez a la Presidencia del Gobierno en junio de 2018 llevan a pensar que ha llegado el momento de tomar una decisión.

 

A modo de recopilatorio, es de interés recordar que nada más hacerse cargo de dicha Presidencia, el 31 de julio de 2018, Marruecos optó por cerrar unilateralmente la aduana comercial entre España y Marruecos en el paso fronterizo de Beni Enzar, en Melilla, sin que hasta la fecha exista perspectiva alguna, digna de consideración, de que dicha aduana vaya a verse reabierta y en funcionamiento en el futuro inmediato, a pesar de que, desde el mismo momento de su cierre, se viene asegurando, por parte del gobierno español, que existen conversaciones incesantes en el seno de un presunto grupo de trabajo constituido por representantes de las Direcciones Generales de Aduanas de ambos países.

 

A pesar de que, durante la moción de censura, aseguró que convocaría elecciones inmediatas, argumento que convenció a Albert Rivera para secundarla, esta convocatoria se retrasó y se produjo como consecuencia de no conseguir aprobar los Presupuestos Generales del Estado que presentó al Congreso de los Diputados a finales de ese mismo año de 2018. Así se produjo la primera convocatoria a principios de 2019 para celebrar elecciones generales en abril de ese año. Como consecuencia de dichas elecciones, el PSOE, que fue el más votado, obtuvo 123 escaños, que no resultaron suficientes para que Pedro Sánchez fuera investido presidente, razón por la cual decidió convocar nuevas elecciones que se celebraron en noviembre de 2019.

 

Como quiera que en el nuevo proceso, el PSOE obtuviera 120 escaños, reduciendo su respaldo electoral en relación con las anteriores elecciones, Pedro Sánchez decidió no conceder más oportunidades al electorado y se dio comienzo a un período de búsqueda de apoyos a fin de garantizarse la investidura, dándose la entrada al primer gobierno de coalición de nuestra democracia, con los resultados para todos conocidos. Un pacto de gobierno entre el Partido Socialista Obrero Español y Unidas Podemos, con el que añadían a los 120 Diputados del primero los 35 del segundo, no siendo con ello suficiente para alcanzar la mayoría absoluta, por lo que, para su investidura, se tuvo que recabar el apoyo o la abstención de múltiples partidos ajenos al gobierno, pero que constituyeron lo que vino en llamarse la “coalición de investidura”, por oposición a lo que vino a conformarse como “coalición de gobierno”.

 

A partir de ese momento, un modo de ejercer la Presidencia del Gobierno de España, de espaldas a los partidos de la oposición y a través de ellos a la cerca de la mitad de la población española a la que dichos partidos representan. Modalidad de gobierno que ha venido en denominarse el “sanchismo”, aunque el presidente que le da nombre, Pedro Sánchez, afirme que nadie sabe lo que quiere decir dicho término, que atribuye, exclusivamente, a la perversidad de la oposición y a la inmensa mayoría de los medios de comunicación, que él califica como conservadores.

 

Desde el comienzo de su actividad en el Ejecutivo confundió el consenso con la imposición de sus criterios a los que no cabía plantear oposición alguna so pena de ser tildado de traidor a los intereses de los españoles. Un ejercicio sectario de la autoridad acompañado de una descalificación permanente de la oposición, o lo que es lo mismo de media España.

 

El propio Presidente Sánchez enunció lo que él intuía que la oposición pretendía describir con el término “sanchismo”, asumiendo que se pretendía identificar dicho término con la maldad, la mentira y la manipulación. Pues bueno, si es lo que él intuía, no procede llevarle la contraria.

 

El resultado de esta aventura de gobierno de coalición no ha podido ser más negativo para el conjunto de la nación española, habiéndose producido la legislación más sectaria e ideológicamente más alejada del interés general de los españoles del período democrático, desde la transición hasta la actualidad. Como ejemplos de ello, sin ánimo de ser exhaustivos, citaremos la ley de memoria democrática, la ley de la vivienda, la ley de garantías de la libertad sexual (o ley del sólo sí es sí), la ley de derechos de las personas trans, con la desatención, en todos los casos, de las demandas de importantes sectores de la sociedad civil.

 

A ello se ha unido, como es sabido de todos los españoles, la incesante acumulación de mentiras que, ahora, el Presidente del Gobierno ha venido en denominar “cambios de posición”. El proyecto social demócrata para la sociedad española que, en un momento, representó el Partido Socialista Obrero Español, ha venido en convertirse en un proyecto personal de respaldo a la voluntad individual del Presidente Sánchez, que, para garantizar su permanencia en la Presidencia del Gobierno, ha cedido la iniciativa a todos aquellos sectores minoritarios que para darle su respaldo han obtenido cesiones innumerables a intereses particulares, negando, para ello, la atención al interés general de los españoles.

 

En lo que respecta a Melilla, la actitud dubitativa y vacilante del Gobierno de España en los retos planteados por Marruecos, que han venido a condicionar y dificultar el mantenimiento del bienestar comercial, social, económico y laboral de la ciudadanía de Melilla, requieren un nuevo marco de relaciones con Marruecos, que se base en la transparencia, la buena vecindad y la complicidad, pero siempre subordinando este marco a las garantías del mantenimiento del estado del bienestar en nuestra ciudad.

 

Es por todo ello que parece necesario acometer un proceso de revisión de las políticas practicadas durante este período que hemos venido en denominar el “sanchismo”. Es el momento.

Loading

Fernando Gutíerrez Díaz de Otazu
Fernando Gutíerrez Díaz de Otazu

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€