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“En la Franja de Gaza estamos ahora en una fase muy avanzada del colonialismo israelí”

Mussa'ab

Entrevista a Mussa’ab Bashir Alazaiza, periodista gazatí afincado en España

 

MELILLA HOY entrevista a Mussa’ab Bashir Alazaiza, periodista natural de la Franja de Gaza que reside desde hace cuatro años en España, para explicar la situación real que se vive en dicho lugar desde el comienzo de la ofensiva israelí tras los atentados perpetrados por Hamás hace ya más de dos meses.

– Dicen que en una guerra la primera víctima es la verdad. Y en estos dos meses de conflicto entre Israel y Hamás nos encontramos en un escenario de vorágine informativa, bulos y medias verdades en el que resulta difícil saber lo que ocurre. Como periodista gazatí, ¿qué está pasando en Gaza?

– Lo que está pasando en Gaza lo podemos resumir en dos ejemplos.

El primero, un estallido inevitable de una situación de cierre. La Franja de Gaza siempre ha estado bajo sitio (israelí) desde 1948, pero a partir del año 2006 fue un cierre casi hermético con mucha violencia ejercida por Israel. Unas medidas de castigo colectivo que no han dejado a la población (gazatí) ni respirar ni de explorar otras vías.

Otro ejemplo que podemos optimizar es que lo que está pasando es una espiral de violencia, que es un síntoma de fiebre muy peligrosa. Pero esa fiebre es el resultado de un virus, y este virus es el colonialismo sionista.

El promedio de edad de los atacantes de Hamás es de 25 años. Esta gente en 2006 eran niños de 5-6 años. En aquel momento, yo trabajaba en Médicos sin Fronteras e hice un estudio que decía que el 90% de los niños palestinos de la Franja de Gaza en aquel momento tenían menos de 12 años e incontinencia nocturna. Hay una tasa alta de traumas, muchos problemas psicológicos debido a la violencia ejercida por Israel, y ese ritmo de violencia ha aumentado desde entonces. A todo esto hay que sumarle una situación crónica muy fea, con una tasa de desempleo entre los jóvenes del 65% en 2020.

Todo esto ha llevado a este resultado: trauma, violencia y experiencias malas, y lo único que está en control es esta organización represiva y retrógrada que se llama Hamás, que ha hecho que haya un estallido.

Israel ha creado este monstruo y se lo ha comido con patatas. Es un resultado inevitable.

– ¿Qué crees que puede pasar a partir de ahora en Gaza, porque la ONU habla de una situación ‘apocalíptica?

– En la Franja de Gaza estamos ahora en una fase muy avanzada del colonialismo israelí, y los colonialismos cuando están en su fase más avanzada, antes de la caída, utilizan su máxima fuerza.

Israel ya está utilizando armas químicas, porque el fósforo blanco es un arma química. Ha movilizado a 300.000 soldados: 200.000 para tareas de ataque y 100.000 para tareas de frente exterior. Está atacando 175 kilómetros cuadrados con más de 150 cazas. Es un tamaño de fuerza tremendo, muy grande. La movilización de la violencia dentro de la sociedad israelí está llegando a unos límites horrorosos. La justificación del genocidio y el uso cínico de muchas escenas y el sufrimiento de unas víctimas israelíes está llegando a lo máximo.

Yoav Galant (comandante del Mando Sur de las Fuerzas de Defensa de Israel), el ministro de Defensa Benny Gantz, el carnicero de Gaza que ha matado a miles de niños palestinos; y Gadi Eizenkot, que acuñó la doctrina Dahiya, en referencia a un barrio de Beirut (Líbano) que arrasó Israel. Todos estos tienen planes de seguir una operación que dure entre uno y tres años. Ojalá eso no pase, pero desgraciadamente va a seguir adelante.

Pero lo que no se da cuenta Israel por ello es que esa será su última batalla a gran escala. Probablemente hay otra en el Líbano, pero en cuanto a Palestina y a la Franja de Gaza tendrán que, de una manera u otra, mantener una apertura de fronteras con la Franja de Gaza, y eso va a significar que el muro que impedía que la población israelí-sionista-fascista, porque el sionismo es una ideología fascista, va a desaparecer y, por lo tanto, el movimiento de las personas y el de las ideas va a pasar, y eso es una condición primordial para el cambio, aunque el cambio en la sociedad israelí va a ser muy lento, pero te aseguro que toda la estructura anterior ya se está cayendo porque, al fin y al cabo, la militarización, que es como la adrenalina, caerá por su propio peso llegado el momento.

– ¿Cómo estás viendo todas las movilizaciones que se están produciendo en el mundo, incluida Melilla, en contra del “genocidio” en Gaza?

– Cada vez más Israel está perdiendo terreno en cuanto a la narrativa. Incluso entre la juventud de Estados Unidos y en lugares donde no se pensaba antes de hacer algo para Palestina. Incluso en Alemania y Francia, que tienen dos estados que están apoyando de manera ciega al sionismo y a toda la ilegalidad que representa Israel, y (aunque) están prohibiendo las manifestaciones, éstas están saliendo. Eso da mucho miedo a Israel.

La Universidad Reichman (distrito Herzliya, Tel Aviv) celebra cada año el foro sionista por excelencia en el que llevan casi 10 años diciendo que en el momento que lleguen las sanciones va a ser más peligroso sobre el régimen israelí que un programa nuclear iraní.

El boicot a la inversión es algo, pero la sanción es quitar la legalidad a Israel. Y esto les está dando mucho miedo, y tienen que tener miedo porque cometer crímenes y utilizar cínicamente el holocausto y el sufrimiento de otra gente que no era sionista tiene que tener consecuencias. Al fin y al cabo, Israel no va a escapar de esa inevitabilidad. Fue el único estado que mantuvo relaciones con el régimen de apartheid de Sudáfrica hasta su último día, y eso dice mucho de la naturaleza de Israel.

Y esas manifestaciones y esa toma de conciencia les da miedo ¿Y cuál es la respuesta? Insultar a la ONU y a los manifestantes.

– Usted ha estado encarcelado en prisiones israelíes ¿Cómo son y cuál es el trato en dichas cárceles?

– Eso es un grandísimo tema.

La cárceles israelíes es estar sufriendo en carne propia el racismo y el mal trato sionista, que no quiere solamente destrozar tu cuerpo, sino también tu mente.

Es vivir en una trinchera muy avanzada de resistencia palestina en el sentido de conciencia y en el sentido de organización. Es estar en un campo hermético de enfrentamiento entre la maquinaria represiva israelí que cuenta con la ciencia para degradar a los palestinos, y los palestinos que cuentan con la lucha revolucionaria para mantener acceso a los libros para utilizar la ciencia con la que poder enfrentarse a esta maquinaria.

“Ser periodista en la Franja de Gaza es hacer un pacto con el miedo, con la muerte y con la verdad”

 

– ¿Cómo es ser periodista en Gaza?

– Ser periodista en la Franja de Gaza es hacer un pacto con el miedo, con la muerte y con la verdad.

La verdad es que luchas para decir la verdad, enseñar las imágenes, informar porque hay una responsabilidad ética y profesional. Miedo porque tú estás bajo amenaza todo el tiempo.

El día que bombardearon mi casa, que fue hace pocos días, se bombardearon casas de muchos periodistas, corresponsales y activistas de derechos humanos. El edificio donde viven mis padres tiene la suerte de tener por casualidad, porque los tanques estaban a unos pocos metros de la casa, (mis padres) salieron, y luego fue bombardeado por aire. Otras (casas de) corresponsales fueron directamente bombardeadas porque no sabían que había tanques y murieron sus familias.

Como periodista en la Franja de Gaza te pueden asesinar tranquilamente buscando a esta gente. Esta gente que está desvelando la cara fea del sionismo y que está participando de esa toma de conciencia de la que acabo de explicarte su dinámica.

Eso es ser periodista en la Franja de Gaza.

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Miguel Rivas

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