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“El yihadismo es el peor enemigo de los propios musulmanes, pero lo importante es que se está actuando”

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La inmigración y la frontera son dos de los ámbitos de responsabilidad de la Delegación del Gobierno que más tiempo roban a Abdelmalik El Barkani desde que hace casi tres años asumió esta responsabilidad. Sin embargo, hay otros muchos problemas que dependen directamente del Estado y que también son de vital importancia, como el crecimiento del paro y el estancamiento que ha sufrido el transporte marítimo tras quedar dos veces desierto el concurso para adjudicar el funcionamiento de las líneas de interés público entre Melilla y la península. MELILLA HOY hace un repaso de todos ellos en la segunda parte de la entrevista a Abdelmalik El Barkani. – La frontera ha sido, junto con la inmigración clandestina, otro caballo de batalla en su gestión como delegado del Gobierno. Usted ha dicho que ve un antes y un después, pero todavía se escuchan críticas. ¿A qué cree que se deben?
– Yo cuando abordo un asunto, en este caso la frontera, sé que hay que coordinar intereses de todo tipo. Usted se refiere a los comerciantes de la frontera, pero hay comerciantes en el centro que se quejan de que no llegan potenciales turistas marroquíes a comprar porque la frontera no es fluida o hay caos y la gente no viene. También tenemos que satisfacer la demanda de los ciudadanos que no se dedican al comercio, que hacen turismo para salir a Melilla o de los nadorenses que quieren venir, o para pasar el fin de semana. Y hay que satisfacer las necesidades de los propios funcionarios de las Fuerzas de Seguridad del Estado, que deben trabajar en unas condiciones óptimas para que los resultados sean los mejores a la hora de prestar ese servicio. Por lo tanto, hay que conjugar una serie de cosas, no se puede ver solo una perspectiva. Mi humilde punto de vista es que todo lo que hemos hecho ha conseguido mejorar las condiciones de funcionamiento del paso fronterizo. Probablemente no sea la panacea, pero también es verdad que no puede estar la frontera de Farhana 24 horas abierta, como alguien ha planteado, para el comercio. Eso me parece una absoluta irresponsabilidad, imposible de llevar a cabo y fuera de toda consideración como normal. Estamos reordenando los tránsitos y viendo como el funcionamiento del porteador no influye en cómo funciona el paso de peatón en régimen de viajeros o el paso del vehículo no intercede en el paso de los que llevan mercancías. Estamos empezando, y muy probablemente en muy poquito tiempo irá mejorando. Solo pongo una condición extrema: no estoy dispuesto a disminuir la seguridad en el paso fronterizo. El paso de mercancías que hay al otro lado no depende exclusivamente de nosotros, compete también a las autoridades marroquíes. Contra las retenciones podemos luchar abriendo más carriles y lo estamos haciendo en la operación retorno. Pero que no me pidan los ciudadanos que ese paso fronterizo internacional, con la necesidad de hacer un control documental y fiscal, se haga en pocos minutos. Hay que buscar el término medio para satisfacer a todo el mundo.

– En este 2014 que estamos a punto de terminar, Melilla ha sido escenario de cinco operaciones contra el terrorismo internacional. Esto coincide con la cada vez mayor presencia en las calles de indumentarias que podrían atribuirse a cierta radicalización. Además, hay informes oficiales que advierten sobre este fenómeno. ¿Tenemos que preocuparnos los melillenses de que pudiera estar creándose un caldo de cultivo que pueda suponer una amenaza para la ciudad?
– La última actuación que se ha llevado a cabo para luchar contra el yihadismo radical en el ámbito de la lucha contra el terrorismo internacional se ha producido en Melilla, en Ceuta, en Barcelona y en Marruecos. Es decir, dentro de España, en tres puntos. Pero también se han hecho en otras ocasiones en Málaga, o en el País Vasco, y se ha hecho en Marruecos en distintos puntos, cerca de Ceuta también. Quiero decir con esto que contra el radicalismo extremista yihadista, terrorismo, fundamentalismo, o como queramos llamarlo, nadie está a salvo. Pero los que están más perjudicados son los propios musulmanes en el mundo árabe, en los países musulmanes, donde ha habido cientos de muertos. El peor enemigo de los propios musulmanes es el yihadismo. Dicho esto, Melilla es una ciudad intercultural, convivimos religiones diferentes y es verdad que en los últimos años hemos visto cómo se ha modificado el comportamiento de algunos musulmanes. ¿Hasta dónde nos tenemos que preocupar? Pienso que como en cualquier otro punto del territorio nacional e internacional, pero ante eso diré, desde mi punto de vista, lo más importante: yo no sé si son muchas o pocas las cinco intervenciones de este año, pero si los detenidos siguen estando en prisión tras pasar a disposición judicial, lo importante es que se está actuando. Y evidentemente no hace falta decir que este asunto de captación y adoctrinamiento para remitirlos a las zonas de conflicto es un asunto que preocupa a toda la comunidad internacional, fundamentalmente la occidental, pero a toda.

– El paro va en auge y no se frena pese a las medidas que ha tomado el Gobierno. La crisis se nota ahora más en Melilla cuando en Madrid ya se está proclamando la recuperación. ¿Cree que se tienen que tomar otras medidas para que se note aquí también?
– Creo que el mensaje que hemos dado siempre, al menos en la última década, es que mientras en el territorio nacional disminuye, en Melilla se va a mantener porque es un problema endémico. En épocas de bonanza a nivel nacional, con un índice de paro coyuntural, en Melilla ha habido un alto índice. Aquí hay varias cosas que creo que es importante reflejar. Primero, en los últimos cuatro o cinco años ha habido un incremento de la población importante. Estamos ya en 86.000 habitantes censados y empadronados, al margen de una parte importante de población flotante. Dos: estamos viendo las cifras de paro. Es verdad que ha habido un aumento importante de demandantes de empleo, pero también es verdad que la cifra de inscritos en la Seguridad Social está aumentando. Es decir, que se crea empleo porque hay altas en la Seguridad Social, pero no se crea conforme a la demanda. La solución es crear las circunstancias idóneas para que se pueda generar empleo, no solo con los planes de empleo, que siempre hemos dicho que son una solución, pero no la panacea. Quien tiene que crear empleo es la iniciativa privada porque no puede ser la Administración la que genere todos los empleos. Su responsabilidad es crear las circunstancias idóneas, y para eso el Gobierno de España y de la ciudad están trabajando. Evidentemente a nadie se le escapa que las circunstancias de crisis han empeorado estos parámetros, pero ahora parece que va mejorando. Hay iniciativas que si se van consiguiendo pueden mejorar los índices de paro, como por ejemplo, proyectos como el de la ampliación del puerto. También iniciativas que ahora alguien está diciendo y parece que no se ha dado cuenta hasta ahora, como es la candidata del PSOE, que decía que Melilla se podía convertir en un centro de referencia en cuestiones de tecnologías de la información y comunicación. Ahora se acaba de dar cuenta, cuando llevamos nosotros trabajando desde mi época de consejero para traer un cable submarino de fibra óptica, que es la base fundamental para que esa tecnología pueda servir al desarrollo de la sociedad del conocimiento y de la información en Melilla, y con la construcción del Centro Tecnológico gracias a los fondos europeos. Parece que no se había dado cuenta, pero eso va a ayudar a solucionar el problema del paro.

– El hospital parece ser una de las principales asignaturas pendientes de esta legislatura. Hay quien insinúa que si fuera proyecto del PP esto no habría pasado.
– Las obras están paradas porque ha habido un problema judicial en base a que quienes tenían la responsabilidad de hacer un expediente administrativo de un modificado de 8 millones de euros, un 20% de los 40 millones que costaba la obra, lo aprobaron verbalmente prácticamente iniciada la construcción. Probablemente no lo aprobaron administrativamente porque como sabían que salían del Gobierno, dijeron “este marrón que se lo coma el próximo Gobierno”. Ésa es la lectura que puedo hacer, salvo que me demuestren lo contrario. Si lo hubieran aprobado administrativamente, esta nueva dirección no habría tenido ningún tipo de problema. Podríamos haber planteado que el modificado no satisface a la demanda, y de hecho se ha producido ahora un nuevo modificado que mejora de sobra el modelo de hospital que se tendrá al final, y se han solucionado los problemas administrativos de aprobación del proyecto modificado porque han intervenido los jueces, que es lo que suele pasar cuando dos partes no están de acuerdo. Pero que me demuestren por qué iniciaron las obras de un modificado sin tener aprobado administrativamente el proyecto.

– ¿Hay fecha ya para que se reinicien las obras?
– Sí, en principio está previsto que sea en breve, no quiero aventurarme en decir fechas, pero será en un corto espacio de tiempo.

– Ésta ha sido la legislatura de las reformas y los recortes, que usted ha tenido que defender. ¿Cree que esto ha propiciado también el descontento social que se ve en las encuestas y en el auge de partidos como Podemos?
– Yo voy más lejos. Ésta ha sido la legislatura de lo que yo llamo las tres erres: reajustes, reformas y recortes. Es verdad, porque había que ajustarse, reformar algunas cuestiones y recortar. Cuando el presidente Rajoy llega a La Moncloa, la idea que se tenía es que había un déficit del 6%, pero resultó que al final era un 9%. Son muchos los miles de millones de euros por encima de lo que se decía que existía. Dos: cuando uno tiene responsabilidades de Gobierno, se plantea cómo financiar todas las infraestructuras, y se da cuenta el Gobierno que una gran parte de la riqueza que se produce en España va a pagar la deuda para poder salir de esa situación de déficit. Tres: si no se hacen esas reformas y recortes y reajustes que han durado dos años, habríamos tenido que ser asistidos por la troika. La intervención de España habría supuesto un enorme problema como está sucediendo en Grecia y Portugal. Y fíjate cómo están ahora Francia e Italia, precisamente por no haber hecho lo que España hizo. En estos momentos se está hablando de que la mayor creación de empleo se está produciendo en España, a pesar de que no se satisface toda la demanda, pero esos son los datos que mantenemos. Y ahora se pone a España en muchos sitios de la comunidad internacional como ejemplo de la salida de la crisis. Creo que lo que se ha hecho, que ha sido duro, y no lo ha hecho el Gobierno, sino que el Gobierno ha pedido a los españoles que hagamos el esfuerzo de conseguir ese objetivo, está dando frutos. Pienso que es lo que había que hacer. Otra cosa es que otro partido político quizá habría hecho otra cosa como hizo Zapatero en otra etapa, en la que negaba la evidencia. Aún recordamos a Solbes diciendo “pero qué crisis, no sean ustedes antipatriotas”. Respecto a si esto puede hacer que proliferen partidos, al final equivocada o acertadamente, quien tiene la última palabra es el ciudadano depositando su voto. Estoy convencido de que el ciudadano, al final, será consciente de que ha sido este Gobierno el que ha tenido que hacer lo que no le gustaba pero no ha tenido más remedio que hacerlo. Y eso la inmensa mayoría de los españoles lo va a entender.

– Se cumplen 14 meses de la muerte de Emin y Pisly. Sus familias reprochan la actuación de las autoridades españolas. ¿Son las buenas relaciones con Marruecos un obstáculo en este caso para que se haga justicia?
– No, yo creo que no. Todas las actuaciones que se pueden hacer conforme a nuestro sistema de Estado de Derecho se hizo en el momento. El consulado y la embajada de España en Marruecos y el propio Ministerio de asuntos Exteriores tomaron las iniciativas que eran necesarias para poder, en la medida de lo posible, acompañar a las familias a resolver un problema, que es la muerte de dos personas a manos de la Marina Real. Pero nosotros estamos inmersos en un Estado de Derecho, las cosas hay que hacerlas conforme a la Ley, al margen de todas las iniciativas que ha puesto en marcha el Ministerio, aparte de las peticiones de información que se han emitido al Ministerio del Interior marroquí, aparte de todas esas iniciativas está la vía judicial. Hay muchos casos que se resuelven por la vía judicial siete y ocho años después, en España. Yo espero y deseo que se haga justicia, que se sepa lo que pasó, y que esas familias no duden que desde el Gobierno de España, desde la Ciudad Autónoma y esta Delegación del Gobierno estamos haciendo lo que podemos. Y toda la información de la que disponíamos la hemos puesto en sus manos, pero no podemos darle lo que no podemos porque no tenemos más información. No es un asunto judicializado en España, sino en Marruecos.

– El transporte es vital para Melilla. Ahora hay un contrato marítimo en juego. ¿Se va a quedar desierto nuevamente o ésta es la definitiva?
– Espero que el contrato para el transporte marítimo no se quede desierto. Por la información que tenemos, hay más de una empresa que ha dicho que sí quiere concursar. Es verdad que no se ha conseguido hacer el contrato cuando había que hacerlo, pero es verdad que no se ha hecho así porque desde Melilla y desde el Gobierno se ha intentado conseguir el mejor servicio para los melillenses en el transporte marítimo. Ser más exigente ha supuesto probablemente que las empresas que podían ser adjudicatarias dijeran que no les era rentable y yo lo entiendo. Había que buscar el equilibrio entre el derecho legítimo de las empresas a ganar dinero y el derecho legítimo que tienen los ciudadanos a que se les preste un servicio de comunicación vía marítima. Creo que a la tercera vez se ha conseguido buscar ese equilibrio, de modo que se ha diseñado un pliego de condiciones que puede satisfacer a ambas partes y eso lo veremos en enero. Entiendo que ha merecido la pena, Melilla no ha estado incomunicada bajo ningún concepto en este tiempo. Creo incluso que durante esta prórroga del contrato se ha mejorado el servicio por parte de la empresa que tenía adjudicado el servicio, pero creo que en breve veremos el resultado. Lo único que se les puede reprochar a los gobiernos de España y de Melilla es que si hay un retraso, es por conseguir el mejor servicio para los ciudadanos, pensando fundamentalmente en ellos, pero había que pensar también en las empresas, que son las que tienen que ganar dinero.

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Redacción

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