Los vecinos de la calle General Villalba revivieron ayer una pesadilla que no quieren tener que soportar todo un verano. Por eso es muy necesario trabajar con previsión y planificación, algo que ayer no se vio por ningún lado en las proximidades de la frontera de Beni Enzar pese a que el éxodo vacacional estaba cantado En la península cada Miércoles Santo se produce una de las operaciones salida más importantes del año en las carreteras. La Dirección General de Tráfico y la Guardia Civil se preparan para un auténtico éxodo de miles, o más bien millones de ciudadanos que aprovechan la recta final de la Semana Santa para hacer una escapada en coche. En Melilla, ayer se vivió también un éxodo hacia los pasos fronterizos que se tradujo en una enorme cola de coches en el paso de Beni-Enzar que colapsó la calle General Villalba desde primera hora de la tarde.
Las quejas de los vecinos no tardaron en aparecer en las redes sociales, denunciando lo insufrible que se hacía soportar las bocinas de los coches atascados sin que nadie pusiera remedio. Algunos se preguntaban, de hecho, si no sería un aviso para lo que se avecina para este verano, cuando arranque la Operación Paso del Estrecho (OPE). Podrían no andar desencaminados, puesto que apenas quedan dos meses para que empiece la OPE, que en Melilla se extiende más allá de los trayectos en barco para cruzar el Estrecho.
Aquí se vive una segunda OPE en los pasos fronterizos, y este año se antoja más compleja que nunca por varios factores. El primero y fundamental, por el aumento del tráfico de pasajeros que se ha producido en el puerto de Melilla en los últimos años gracias, fundamentalmente, a la competencia entre navieras. Que haya tres compañías conectando esta ciudad con la península supondrá un mayor trasiego de pasajeros, muchos de los cuales van directamente hacia los pasos fronterizos para cruzar a Marruecos. Esto ya lo vimos el año pasado, aunque en el tramo final de la OPE, con la incorporación de Baleària cuando ya estábamos metidos en agosto.
Este año será más complejo porque esa operación de tres compañías será, si nada cambia, desde que empiece oficialmente el Paso del Estrecho el 15 de junio. Ese mayor tráfico de pasajeros y vehículos se producirá, por lo tanto, desde el inicio de la operación especial.
Otro factor fundamental que contribuirá a dar muchos quebraderos de cabeza en la OPE será, sin lugar a dudas, las obras del centro comercial de Valenzuela, que deja al paso fronterizo de Beni Enzar sin el terreno que hacía las veces de sala de espera. La Ciudad Autónoma ha dicho que ha empezado a trabajar en varias fórmulas para intentar que la OPE funcione sin incidencias, pero ayer se vieron los primeros signos del problema que podría haber este verano en una zona residencial, el Barrio del Real, y también empresarial, al estar situadas allí parte de las naves del Sepes.
Los vecinos de la calle General Villalba revivieron ayer una pesadilla que no quieren tener que soportar todo un verano. Por eso es muy necesario trabajar con previsión y planificación, como hace la DGT ante las operaciones salida en la península, y que ayer no se vio por ningún lado en las proximidades de la frontera de Beni Enzar pese a que el éxodo vacacional estaba cantado.
