Martínez Escamilla entiende que preocupe la situación actual a Melilla, con un CETI que quintuplica el número de inmigrantes para el que se creó, pero considera que “hay que relativizar”, sobre todo teniendo en cuenta que “la inmigración irregular entra mayoritariamente por Barajas, no saltando un valla”, asegurando que en proporción no es tan elevado el número de inmigrantes que consigue acceder de forma irregular a España a través de Melilla. “Es una realidad muy dramática, se nos quedan las imágenes tatuadas, pero hay que redimensionarla en sus justos términos, cuantitativamente no es relevante para Europa, no es nada comparado con lo que entra por Grecia o Lampedusa”. Para la catedrática en Derecho Penal, la “alarma” que se crea sirve como “excusa” o “coartada” para reformar la Ley de Extranjería, y si se hace afectará a toda la inmigración, no sólo a la irregular.