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Atril ciudadano

El Itikaf y la Noche del Destino

Es costumbre para muchos musulmanes que se lo pueden permitir, el recluirse en una mezquita sin salir de ella durante los últimos diez días del mes de Ramadán. A este ejercicio espiritual lo llamamos "Itikaf". Sin embargo, he notado cierta confusión al respecto en lo que se refiere al cumplimiento del mismo. Sobre todo en los hermanos que componen la comunidad de Melilla. En el Itikaf no es obligatoria la reclusión durante los últimos diez días de Ramadán, ya que el devoto puede realizarlo durante los días que le sea posible… Para aquellos trabajadores cuyas labores le impidan realizarlo por completo, se podrían recluir durante un fin de semana. Lo importante es la intención. Lo único obligatorio es realizarlo durante la citada fecha.

La finalidad del Itikaf es la concentración del creyente durante el último tramo del mes de ayuno, (ya que su organismo está acostumbrado a ayunar) en tomar conciencia de cuál es su nivel de fe respecto a su religión. Por eso, al estar ajeno a agentes externos, podemos pensar con mayor claridad si somos o hemos sido sinceros con Dios o no, o si estamos haciendo las cosas como realmente debemos hacerlas y qué podemos hacer para mejorarlas en el futuro, una vez que haya terminado el periodo de ayuno.

Por este motivo, después del aislamiento y la reflexión, es bueno arrepentirse y volver a la fe de forma renovada y correcta y para ello, podemos consultar al imam y los libros de que disponga la mezquita donde estemos recluidos. El Itikaf es, ante todo, una toma de conciencia del creyente para con su Creador. También creo necesario recordar, aunque todos lo sepamos, que durante este periodo tiene lugar la Noche del Destino:
El mismo Corán afirma que el rezo durante la Noche del Destino vale por mil meses. Pues bien, es conocido de todos los musulmanes que dicha noche la celebramos en la velada del veintisiete de Ramadán. Sin embargo, el hadiz que hace esta afirmación es débil. Los hadices más verídicos revelan que dicha noche puede caer durante las veladas de los últimos días impares de este mes, o sea, en la noche del veintiuno, veintitrés, veinticinco, veintisiete y veintinueve.

En mi opinión, no está mal el hecho de celebrar la velada del veintisiete en comunidad dentro de la mezquita, e incluso cenar toda la umma, pero siempre teniendo en cuenta de que es muy importante para nuestra devoción el rezar después del Tarawih todo lo que podamos en casa, o también leer el Corán el mayor tiempo que nos sea posible el resto de las noches impares, ya que esto constituirá en el devoto una mayor fuerza espiritual, elevando sobremanera su nivel de fe, que es precisamente de lo que se trata. De que este mes nos sirva de alimento todo aquello en lo que creemos.

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