Una de las denuncias reiteradas de las ONG y organismos que trabajan directamente con refugiados es que en Ceuta y Melilla se registran muy pocas solicitudes de asilo por la tardanza en tramitación pero, sobre todo, porque la reforma de la Ley en 2009 impide que los inmigrantes que ejercen ese derecho en cualquiera de las dos ciudades autónomas puedan salir hacia la península, viendo restringida la libertad de movimientos a la que tienen derecho. El Gobierno negó ayer estas dos cuestiones al asegurar que ha puesto en marcha un plan urgente para conceder protección internacional a los inmigrantes sirios, y que los solicitantes de asilo sí pueden salir hacia el continente europeo una vez que se han tramitado sus solicitudes. La directora general de Política Interior y Asilo del Ministerio del Interior, Cristina Díaz, dejó claras estas premisas ayer en su segundo día en Melilla, adonde llegó el martes para trabajar sobre el terreno en el objetivo de la agilización de todos los trámites relacionados con las solicitudes de asilo. Éste es uno de los objetivos del Gobierno en materia de inmigración al margen de contener la presión migratoria en la frontera melillense, tal y como explicó el pasado lunes el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, incidió ayer en esta idea al asegurar que uno de los aspectos consustanciales de la inmigración clandestina gira en torno a las personas que pudieran ser merecedoras de protección internacional, un asunto que “ocupa y preocupa enormemente” al Ejecutivo desde el inicio de la legislatura, aunque haya sido recientemente cuando ha activado un plan urgente para atender a quienes salen de Siria por el conflicto que ha estallado en ese país.
El asilo, en cifras
Este plan arrancó en 2012, si bien ese año se ha establecido un plan de urgencia absoluto tras detectar la llegada a España de “muchísimos sirios necesitados realmente de protección internacional”. El Ministerio del Interior tiene ya resueltas 1.078 solicitudes en toda España, y en los últimos tres meses ha concedido protección a 500 inmigrantes originarios de Siria.
En Melilla, en cambio, apenas se registran peticiones a pesar de que el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) acoge en estos momentos a 624 sirios, prácticamente la mitad de todos los acogidos en el centro, que atiende a unas 1.300 personas. Según los datos aportados ayer por la directora general de Política Interior, solo cuatro familias sirias han pedido asilo en nuestra ciudad, y además recientemente. De hecho, dos de ellas registraron su solicitud oficialmente el martes, coincidiendo con el primer día de la visita de Cristina Díaz a Melilla, circunstancia de la que ésta dijo que se había llevado “una gran alegría”.
Estas peticiones se tramitarán rápidamente, tal y como explicó la responsable de Interior, que confió en que “esto sea una iniciativa para que el resto del montante sirio puedan solicitar protección internacional, acogerlos en España y llevarlos a la península, donde puedan cubrir todas sus necesidades”.
Respecto a la denuncia pública de las ONG de que se restringe la libertad de movimientos a quienes piden asilo, Díaz dijo que “no hay restricción puramente de que no puedan salir de Melilla en un sentido estricto, pero todo tiene que seguir un trámite y un cauce legal”, en el cual es necesario cumplir una serie de pasos en los expedientes de cada uno, como las reseñas o trámites sanitarios.
La oficina de asilo en Ceuta y Melilla está cumpliendo los plazos que marca la Ley, destacó Cristina Díaz, que aseguró incluso que Interior ha resuelto con preferencia los expedientes de las dos ciudades autónomas antes que los de la península.
“No quieren quedarse en España”
Cristina Díaz explicó que el motivo fundamental por el que los inmigrantes sirios no piden asilo en España es porque no se quieren quedar aquí, sino que su objetivo es marcharse a otros países europeos, donde no les aceptarían si llegaran con las concesiones de asilo de España. Este colectivo, al entrar en Europa, tiene la vista puesta sobre todo en Alemania, Suecia y otros países por razones económicas y de arraigo, y “saben que si solicitan protección internacional en España tendrán que quedarse en territorio español”, donde la gran mayoría no tiene arraigo.
Este argumento daría respuesta a la denuncia que hizo en Melilla dos semanas atrás CEAR Euskadi, que criticó las trabas y “desincentivación” al asilo, llegando al punto de que España es el país de Europa que registra menos solicitudes para ejercer este derecho.
La directora general de Política Interior destacó la labor que está llevando a cabo el Gobierno para explicar a los posibles merecedores de asilo que si piden protección internacional tendrán una serie de derechos, entre ellos un permiso de residencia y de trabajo en España por un periodo de cinco años, además de asistencia médica, que también se extendería a sus hijos, los cuales tendrían también derecho a asistencia educativa.
Díaz cree que los inmigrantes que optan por no pedir asilo es porque no conocen estos derechos a los que podrían optar y la capacidad de ayuda de España hacia su colectivo, algo que a su juicio es normal teniendo en cuenta que proceden de un país en conflicto y tienen miedo. No obstante, se mostró convencida de que los inmigrantes irán adquiriendo confianza conforme vayan viendo que se les concede esta protección a “prácticamente todos y en un tiempo récord”, ya que España “de verdad tiene la misma capacidad que Alemania, Suecia y otros países” europeos.
“Esfuerzo impresionante”
El departamento de Asilo del Ministerio del Interior se encuentra centrado en estos momentos en hacer “una labor de transmisión positiva para decir que España tiene capacidad para acogerles y que pueden aprender a hacer una nueva vida en tener objetivos de futuro aquí”, insistió Cristina Díaz antes de destacar el “esfuerzo impresionante” de España en este sentido. Hasta tal punto, que quiso reconocer públicamente el trabajo que está desempeñando su equipo para atender de manera urgente todas las peticiones que recibe, llegando incluso a exceder el horario de trabajo habitual.
También El Barkani hizo hincapié en esta cuestión, al recordar que el trámite administrativo de la protección internacional “es muy complicado” y, pese a ello, se está dando una respuesta “importante y buena” en solo tres meses.
