«El encuentro estuvo muy igualado en la primera mitad, con un equipo catalán muy claro en sus ideas tácticas, sabiendo parar al referente azulón como es el pívot Oliver Arteaga”. «Adolecemos de alternativas cuando nos defienden bien a Arteaga, y pienso que la figura del 4 abierto debe de aparecer para abrir espacios y crear nuevas situaciones de interior”. Lo analizábamos en la previa, si el Melilla Baloncesto no sabía parar las situaciones de rachas anotadoras, las acciones de Garrett Nevels desde el bloqueo directo y las situaciones tácticas de Lleida con Feliu nos la jugábamos a cara o cruz. Pues desgraciadamente así fue. Lleida hizo un partido muy táctico, en el que supo castigar el pase a Oliver Arteaga, jugó a rachas, Nevels castigó desde el bloqueo directo y a todo esto se le sumó una ‘figura NO invitada’ como la del joven canterano Marc Martí, que hizo 14 de valoración en 23 minutos, logrando 14 puntos y 6 de 6 en tiros de dos puntos, haciendo mucho daño de 4 abierto.
El choque estuvo muy igualado en la primera mitad, con un equipo catalán muy claro en sus ideas tácticas, sabiendo parar al referente azulón como es Oliver Arteaga, pero dejando el exterior algo liberado, situación que supiero aprovechar los de Alcoba con un Suka y un Pedro Rivero pletóricos desde la línea de 6,75.
La segunda parte fue un toma y daca, en el que finalizaron ambos cuartos 22-18 -un periodo favorable a cada equipo- y con un decano, una vez más, escaso de tener un plan alternativo a la hora de que Oliver Arteaga fuera defendido de manera magistral. Feliu castigaba desde el poste bajo, Nevels hacía de referente catalán, las rachas anotadoras se hacían visibles en el ‘Barris Nord’ y a todo esto le sumamos la figura inesperada de Martí, 14 puntos y 3 rebotes, un joven canterano que solo llevaba 5 puntos de media.
Entramos en la prórroga y, nuevamente, fue un calco del partido contra Cáceres, en el que casi todas nuestras situaciones ofensivas predominaban desde el juego exterior, ya que era imposible introducir un balón en la ‘pintura’, ya sea Arteaga u otro pívot del Melilla Baloncesto.
Desde mi punto de vista, adolecemos de alternativas cuando nos defienden bien a Arteaga, y pienso que la figura del 4 abierto debe de aparecer para abrir espacios y crear nuevas situaciones de interior, que es lo que realmente hace daño a las defensas rivales. Nos hemos estancados ahí, sin saber qué hacer cuando somos castigados en el poste bajo y realmente nos cuesta jugar cuando nos defienden el pase interior. En Cáceres abusamos desde el juego exterior y en Lleida, otra vez, lo volvimos hacer. Necesitamos fuera de casa involucrar a más jugadores en ataque y tener más alternativas, y no ser solo ‘sota, caballo y rey’. Un nuevo fallo que hace que se les complique a los de Alcoba, sin ser aún imposible, alcanzar el objetivo del factor cancha.
