La LOMLOE establece que las pruebas para el acceso a la Universidad deben ser más competenciales
El curso 2024-2025 marcará la transición hacia la nueva prueba de acceso a la universidad en España de acuerdo con el Real Decreto 534/2024.
Estructura
La estructura general de los exámenes sigue incluyendo una fase obligatoria, donde los alumnos se examinan de Lengua Castellana, Idioma extranjero, eligen entre Historia de España y Filosofía y por último, la materia propia de modalidad (Matemáticas en Ciencias, Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales para los alumnos de Sociales, Latín para los de Humanidades y Fundamentos de Arte para los de Artes) y una fase específica optativa, destinada a mejorar la nota de admisión, donde se examinarán de otras materias de modalidad y, podrán hacer también Historia de España o Filosofía sino la han escogido en la fase obligatoria.
Ponderación
Uno de los aspectos más relevantes es que la ponderación de la nota de Bachillerato se mantiene igual, representando un 60% del total. El 40% restante corresponde a la nota obtenida en la prueba de acceso.
Esta distribución es clave, ya que permite que el rendimiento académico durante el Bachillerato tenga un peso significativo en el acceso a la universidad, lo que se considera justo para valorar el esfuerzo continuo del estudiante.
Cambios
En cuanto a los cambios que se avecinan, a partir de 2025, los exámenes estarán diseñados para ser más competenciales, con énfasis en la capacidad crítica, la creatividad y el análisis. Además, se mantendrán las preguntas abiertas, semiconstruidas y cerradas, pero las primeras tendrán un peso mayor (hasta un 70% de la puntuación).
Criterios corrección
Asimismo, los criterios de corrección serán más homogéneos en todo el territorio español, valorando aspectos como la cohesión y la corrección ortográfica, con un peso del 10% en la nota final. Estos ajustes buscan garantizar una evaluación equitativa y adaptada a las nuevas competencias educativas introducidas con la LOMLOE.
El propio Ministerio de Educación ha publicado que los modelos de examen serán conocidos con tiempo de antelación suficiente para que los estudiantes puedan adaptarse a los nuevos requerimientos. Sin embargo, el curso se ha iniciado y no se conocen estos modelos ni se espera que de forma inminente se publiquen. De esta forma, los estudiantes de 2º de bachillerato se enfrentan, de nuevo, igual que el curso anterior, a la incertidumbre de comenzar su último curso de enseñanza secundaria sin conocer cómo serán los modelos de examen de EBAU