Las instituciones como el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), el Centro Penitenciario y el Centro de Acogida de Menores de la Purísima también buscan, dentro de su política ya sea de educación o reinserción, que las personas que acogen puedan ejercer uno de los derechos fundamentales que garantiza la Constitución como es la libertad de culto, por ese motivo ya sea en Navidad o en Ramadán, promueven menús especiales, cambios de horarios cuando es posible y el desarrollo de actividades extraordinarias. El objetivo, que aunque alejados de sus familias, puedan vivir su fe. El director del Centro Penitenciario, Francisco Robollo, explicó a Melilla Hoy, que del total de la población reclusa, 220 internos viven este año el mes del ayuno, el Ramadán. Al objeto de que puedan cumplir con este precepto que establece su religión, el centro ha establecido "un turno especial de reparto de comida para estos internos donde reciben la cena normal establecida para ese día, el desayuno, segundo plato del almuerzo y un bocadillo o similar". No se trata de un trabajo sencillo para el servicio de cocina, porque "hay que sumar las dietas para enfermos, los suplementos y la cena en turno normal del resto de reclusos". Aún así, se garantiza que los internos puedan realizar la ruptura del ayuno diario.
Rebollo, que aprovechó la ocasión para felicitar a todos los melillenses, en especial a los de la comunidad musulmana por el inicio de este mes sagrado, señaló que al margen del tema de alimentos se organizan distintas actividades tanto de contenido religioso como lúdicas durante estas semanas; algunas de ellas, a cargo de la Asociación Al-Ihsan.
Centro Purísima
En el Centro de Acogida de Menores de la Purísima, "tratamos que lo jóvenes vivan el Ramadán como en casa, es decir, que podrán realizar el ayuno todos aquellos que quieran hacerlo de forma voluntaria y el 90% de los MENAS lo llevan a cabo", indicó el director de la institución, Suliman Abdeslam. Por este motivo los horarios en el centro se adaptan tanto para las comidas (Ruptura del Ayuno, Cena y Shur), como para las actividades y la vida diaria del centro. En cuanto al menú "se modifica completamente y se introduce productos típicos del mes de Ramadán". Asimismo se organizan distintas actividades, concursos y talleres relacionados con este mes para que los menores conozcan más de su significado. Pero "aquellos menores que no lo realizan, siguen su horario normal de comidas y a la vez disfrutan con los demás que lo hacen de la programación que se diseña".
Es decir, "lo que pretendemos es que aquellos que quieran celebrar este mes lo hagan lo más parecido a su casa y no echen en falta nada de dicho mes. Nuestro objetivo es que se integren en la sociedad que los acoge y aprovechen la oportunidad que les brinda el centro para desarrollarse de forma integral", indicó. Abdselam señaló que todo esto, tanto actividades como cambios de horarios, se lleva a cabo aunque actualmente el centro sufre una "sobreocupación muy elevada que tratamos de manejar lo mejor posible con las peculiaridades de un centro tan grande y a la vez limitado en espacio".
El mes del ayuno, en el CETI
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) también se abre al Ramadán. Pensando en aquellos que cumplen con este precepto coránico, se ofrece un desayuno especial a las cuatro de la madrugada, antes del rezo previo al inicio del ayuno. También el horario de la cena se amplía para permitir la ruptura del ayuno sin problemas. Además el menú incorpora productos y platos típicos de esta celebración, como la reconstituyente harera. La última noche de Ramadán, tras la ruptura, se ofrece a los residentes una cena más festiva y al día siguiente, con ocasión del Aid el Fitr, se ofrece un desayuno especial.
Aunque el 80% de los 500 residentes del CETI profesan la religión musulmana, también se tiene en cuenta a aquellos que o no son musulmanes o no llevan a cabo el ayuno, de ahí que se mantienen los horarios habituales del servicio de comedor. En cuanto a actividades especiales, en la escuela se realizan trabajos sobre el Ramadán, y en las semanas próximas a la conclusión del mes del ayuno, se organizan distintas competiciones deportivas y de juegos. El objetivo es que los residentes puedan vivir su fe y tradiciones con la mayor libertad y naturalidad posible.
