El Ministerio Público pide dos años y nueve meses de cárcel para dos acusados por los delitos de hurto y robo con violencia. Según su escrito de acusación, uno de los procesados hurtó las pertenencias de una mujer con la que acababa de mantener relaciones sexuales. Luego, junto a otros dos individuos, robaron un bolso a la amiga de la víctima haciendo uso de la fuerza. Los procesados defienden que la noche de los hechos no sustrajeron nada de forma ilícita ya que se encontraban “fumando un par de porros” en las Minas del Riff. Dos individuos se enfrentan a la posible pena de 2 años y nueve meses de prisión, así como a la multa de 900 euros por ser los presuntos autores de los delitos de robo con fuerza y hurto. Los procesados, dos jóvenes que son primos entre ellos, supuestamente actuaron en compañía de otro tercer hombre que no pudo ser identificado.
La acusación de la Fiscalía
Los hechos que los llevaron a sentarse esta semana en el banquillo de los acusados del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla se corresponden a la madrugada del pasado 10 de abril de 2015. Uno de los hombres está acusado de hurtar a una de las perjudicadas, con la que primero mantuvo relaciones sexuales en el interior del Hotel Holiday, en las Minas del Riff y, luego, aprovechando que la mujer estaba en la ducha, le sustrajo las pertenencias y salió huyendo. Esta es una de las acusaciones que sostiene el Ministerio Público.
En su escrito, la fiscal recoge que los dos procesados también robaron el bolso de otra mujer, amiga de la primera perjudicada, haciendo uso de la fuerza en el parking del mismo establecimiento. Mientras uno agarró a la mujer, el otro procesado le dio un fuerte tirón, según la versión de la Fiscalía.
Los acusados aseguraron en el juicio que no cometieron ningún delito. Según expusieron, los dos primos estuvieron “fumando un par de porros” en un banco de las Minas del Riff, sin la compañía de ningún otro individuo. Entonces, siempre según la versión de los procesados, uno de los primos le dio un golpe “de broma” al otro, que terminó sufriendo una lesión en el fémur. “Vino la ambulancia y la policía. Entonces nos acusaron de robo y nos detuvieron”, explicaron ante la magistrada.
No obstante, según la declaración de los agentes de la Policía Local, la noche de los hechos se presentaron en la Jefatura la mujer a la que hurtaron; su amiga, víctima del robo con fuerza; y un tercer individuo que, al parecer, presenció el robo en el estacionamiento y, tras enfrentarse a los presuntos ladrones, consiguió recuperar el bolso.
La versión policial
Los policías subieron a las víctimas al coche patrulla y localizaron a los dos acusados agazapados entre dos coches de la calle Teniente Casaña, según declararon en la vista. “Coincidían con la vestimenta y con la descripción física que nos dieron”, afirmaron los agentes. Según dijeron, las propias víctimas reconocieron desde el vehículo a los acusados como los autores de los delitos. “Uno de ellos se quejaba de dolor en la pierna”, recordaron los policías.
Ni las perjudicadas ni el testigo que supuestamente se enfrentó a los procesados comparecieron en la vista.
Aunque el Ministerio Fiscal consideró que los hechos habían quedado debidamente acreditado con las declaraciones de los agentes, la parte de la defensa sentenció que ninguno de los testigos que testificaron en la vista presenciaron los hechos, por lo que no existía certeza de que los robos se produjeran ni de que los acusados pudieran ser los autores de los mismos.
La magistrada tendrá que dictar sentencia.
