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El rincón de Aranda

Cronología Histórica de Melilla (II)

He leído en estas páginas que Serafín Fanjúl, arabista y académico de la Historia, ha asegurado que es posible que Ceuta y Melilla terminen siendo marroquíes. Al ser preguntado por ello dice que no sabe si él lo verá, pero que llegará el momento en que la población de estas dos ciudades será en su mayoría musulmanas, de obediencia al Rey de Marruecos, porque es el jefe religioso de los creyentes, (Emir Al Mimunín), y entonces es muy posible que las perdamos.
Yo, como suelo ser un poco tiquismiquis, sin llegar a cursi, cada vez que alguien se refiere a la españolidad de mi ciudad, y por los 73 años que llevo aguantando a la vida, recuerdo que Wolfang Goethe (1749-1832), tardó 64 años en escribir su magistral obra: “Fausto”. El hombre comenzó a escribirla con 18 años, y la concluyó a los pocos meses antes de su muerte, con 82 años. Y yo, como no soy muy ducho en lo que sí era Pitágoras con las sumas y las restas, haciendo la cuenta de la vieja, he llegado a la conclusión de que, humildemente, llevo escribiendo y defendiendo la españolidad de mi ciudad, Melilla, desde 1963, año de mi ingreso en el Glorioso Cuerpo de Correos, como Cartero Urbano, en Barcelona, hace ahora 54 tacos de almanaque; o sea que solo me faltan 10 años para equipararme a Goethe y su “Fausto”, con mi Melilla. Y créanme que durante éstos 54 años, jamás ha decaído mi entusiasmo, y el amor por la ciudad en la que mi madre me parió en el Callejón del Aceitero.

En mi último artículo publicado hace pocos días con respecto a la Historia de la ciudad, yo decía que si ahora echáramos cuentas, saldrían los 520 años que Rusadir, El Pueblo, nuestra Melilla la Vieja (sic), es España. Y que de la ampliación “abanicada”, cuyo vértice es el actual Casino Militar y parte del Banco de España, (antiguo Fortín de Santa Bárbara), habría tema interesantísimo, para llenar cientos de páginas, sobre los Tratados, Convenios, Conversaciones y Acuerdos, que han habido entre España y Marruecos.

En ese artículo finalizaba con el Asiento firmado en Alcalá de Henares, entre la Real Hacienda y la Casa Ducal de Medina Sidonia, de fecha 13.04.1498, presentada por los Comendadores: Pedro de Estopiñán (“El Pirata”, según el jefe de la oposición), y Martín Bocanegra.

Detallándose los gastos de personal y material necesarios; siendo el primer presupuesto de la ciudad, en el que se establecía, entre otros particulares, que entre la guarnición debían contarse con treinta y cinco oficiales de oficios: carpinteros, herreros, pedreros, albañiles y canteros: “(…) Otrosí debemos de mandar librar al dicho duque este año un cuento (un millón) de maravedíes para las labores que se han de hacer en la dicha cibdad de Melilla, en la Iglesia, y en las casas é en los baluartes, e empetrillar, e almenar e adobar las torres, é cerrar la parte de la mar lo que fuese menester, el cual se ha de librar en las dhas cibdades de Sevilla y Jerez y sus comarcas (…) ”.

El Rey y la Reina: “Lo que por nuestro mandato se asentó con el Duque de Medina Sidonia; e con D. Pedro Estopiñán, su contador (no “pirata”), e con Martín Bocanegra, Alcayde de Medina Sidonia, ambos en su nombre, para la guarda e proveimiento de la cibdad de Melilla es lo siguiente: Primeramente, que Nos (los Reyes) mandamos dar cargo al dicho Duque de la tenencia e guarda de la dicha cibdad de Melilla, porque la tenga por Nos cuanto Nuestra merced y voluntad fuere (…).”

6.09.1498. Los RRCC, un poco enfadados, dirigieron una carta al Duque en la que se quejaban de que en Melilla no se habían empezado aún las obras, habiendo mandado ese “cuento” de dinero: “(…) Se vos libró un cuento para las obras que allí se hobiesen de hacer, y he sabido que hasta agora no habéis enviado a que se atienda en las labores que allí se han de hacer, ni menos ningún oficial destos es allí ido (…)”.

12.10.1504. El Testamento, firmado por Isabel la Católica en Medina del Campo, decía entre otras cosas: “(…) Que no cesen de la conquista de África e de pugnar por la fe contra los infieles”. Falleciendo el 26.11.1504.

El 13.11.1505. El Duque de Medina Sidonia, ocupa Cazaza y Mazalquivir con soldados procedentes de Melilla. En 1506, Gonzalo Mariño de Rivera es Gobernador de Melilla, dependiendo del Duque de Medina Sidonia. Más tarde lo sería el Marqués de Tarifa. El 23.07.1508, el Peñón de Vélez es ocupado por España. El 18.05.1509, Orán es ocupado por España. El 6.01.1510. Trípoli es ocupado por España. Y fíjense que ironía, que a mediados de 1525, Carlos I mostró un desinterés por Melilla, debido a haber ganado las Plazas de Orán, Trípoli, Bujía y Mazalquivir. “…Que por tanto se podría derribar la cibdad y excusar la costa que allí se hacía, aun cuando, porque no pareciese que se abandonaba del todo cosa que se había ganado y sostenido en África, determino reducir la ciudad a una buena fortaleza, que se hiciese en ella, donde residiese cierto número de gente y un atajo fuerte que fácilmente pudiese defenderse, porque la Plaza de Melilla es de más gasto que provecho (…)”.

Ese fue el primer comentario en contra de la posesión de Melilla, y lo hizo nuestro Emperador Carlos I, movido por las circunstancias de la guerra y en aquellos años tan gloriosos para España, ahora lo hace cualquier políticastro de medio pelo, o algún gilipollas ilustrado, confundiendo lo que es una Colonia y lo que es territorio nacional, solo movido por egoísmo partidista y sin tener ni puta idea de lo que dice.

Y como esto se pone interesante permítanme, humildemente, seguir con esta cronología histórica, que sé que muchos melillenses desean saber. Y así, algunos aficionados a nuestra Historia podrán tomar buena nota de ello. A los “titulitis”, no les digo nada, aunque si lo desean también pueden copiar.

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