Un mes después de que la Autoridad Portuaria terminara de colocar la valla antiintrusión en el espaldón para resolver los problemas de los accesos clandestinos, los aspirantes a polizones han encontrado la manera de sortear el nuevo obstáculo: cortar la valla a la altura de una farola para colarse a través del agujero y descolgarse utilizando una cuerda.
Los trabajos de colocación de estas nuevas alambradas comenzaron a mediados de febrero. Con esta actuación, el paseo del espaldón cuenta con 580 metros lineales de valla el doble de alta que la que había antes y está terminada en Y. Esta es una de las actuaciones que ha acometido la Autoridad Portuaria con una inversión de más de un millón de euros para instalar más de tres kilómetros de vallas y 29 nuevas cámaras de seguridad. El objetivo era resolver el problema de inmigración irregular que sufre el puerto por parte de menores y adultos que acceden de manera irregular a la zona restringida.