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El Torreón del Vigía

Con N

Creció lentamente donde dos pueblos se fundieron para siempre. Aprendió el esfuerzo entre la grasa de un motor y el calor del fuego en el hogar. Con unas buenas notas debió abandonar las aulas ya que entre ida y vuelta sumaba la carretera casi seis horas de camino y entonces quiso hacer pasar sus días entre costuras. Su vida es hacerse a sí misma, es darse por otros olvidando su espacio y tiempo. Errante existencia para alcanzar el sueño de occidente. Tiene la educación que no pasa, aquella que forja a la persona por los caminos y la fortaleza para seguir siendo padre y madre, entregando a los suyos el ejemplo diario. N de oportunidades sin límites a pesar que él no se la mereciese, pero siempre cabía el perdón y la esperanza, el valor de la palabra dada y tal vez un amor, que jamás fue correspondido. A veces sus ojos guardan desilusión, pero tienen la vivacidad de la búsqueda de un futuro que borre el pasado cuando ni contaba, ni era valorada. Creo en ti, por eso te busco en cada amanecer y te escucho en tus pasos, en el silencio después de una historia o como unos ojos a otros dicen cuídate. N que endulza con dos sobres algo más que un zumo para devolver lo que siempre se buscó y que has sido capaz de reinventarlo. Te hace falta una hoja en blanco y el atajo que has iniciado. Mereces la goma que borra, el aire fresco y nuevo de un tiempo que es hoy. N que canta, que ríe porque el agua que caía por tu rostro es el ayer de la experiencia. Esa que pone color a una pared encalada o que no parará hasta que lo sucio no manche la limpia historia de la infancia. Cuando te cuenta sus reuniones es más ella porque desprendió la mordaza de sus labios y abrió sus ojos a lo que le aguarda. Un carro compartido con esas manos hacia delante, una escucha activa y un consejo mutuo. A aquel árbol sube por la escalera para poner una casa a los pájaros y no fue en primavera. Las nubes existen y a veces la sube a ellas, respira hondo y quiere que ese instante no pase nunca. ¿Quién dijo que las casualidades no existen? Tal vez alguien que su impaciencia le hizo cambiar de rumbo. En este 8 de Marzo, el mío se escribe con N.

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