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Colas inhumanas en la frontera Melilla-Beni Enzar

Si la frontera entre Melilla y Marruecos se había convertido en una pesadilla para aquellos que osaban cruzarla desde que reabrió el pasado 17 de mayo de 2022 tras 24 meses de cierre, en estas últimas semanas esa pesadilla se ha convertido en el peor de los castigos.

Lo que tienen que soportar aquellos que por diversas razones, no tienen más remedio que pasar de un lado, es realmente inhumano porque en ninguna cabeza entra que para transitar 500 metros, se tengan que soportar esperas que superan las 5 horas, el tiempo que se necesita para ir en coche desde Málaga a Madrid y que aquí lo tenemos que emplear para superar los metros que van desde el puesto español al marroquí.

Así, vehículos, muchos de ellos con ocupantes mayores, enfermos, niños e incluso bebés, tienen que aguadar esperas que no todos los cuerpos son capaces de resistir.

Por ello, en estas últimas jornadas, coincidiendo con el inicio de las vacaciones escolares, muchos que esperaban cruzar, la mayoría para poder visitar a familiares del otro lado, se han encontrado con un panorama realmente desolador.

Ello ha originado un auténtico malestar, hasta el punto que ya están planteado manifestarse ante la sede del Gobernador de Nador, ya que se quejan amargamente de que Marruecos solo abre una ventanilla para sellar, lo que provoca que las colas apenas avancen y se forme un auténtico tapón.

Algunos han expresado incluso que si la frontera va a continuar en este estado, con espera tan largas, mejor no haberla reabierto.

Hay quienes han apuntado además que no entienden el trato que están recibiendo por parte de unas autoridades que no ayudan a disponer de una frontera ágil y segura, porque quienes intentan cruzarla, se topan con obstáculos, que desgraciadamente muchos no tienen más remedio que aguantar si quieren ver a familiares y amigos.

Ciertamente, el 95% de quienes están pasando la frontera son melillenses de origen amazigh en su inmensa mayoría, pero también árabes, porque en cuanto a melillenses de origen peninsular, principalmente a quienes no les une ningún vínculo familiar al otro lado de la frontera, se dan la media vuelta en cuanto ven las colas kilométricas que se forman.

Esto, realmente, no pudo continuar así y tanto España como Marruecos deben buscar una solución para recuperar un tránsito fronterizo que un ser humano pueda sobrellevar y no lo que ocurre actualmente, que es ante todo inhumano. Nadie se merece sufrir lo que están sufriendo aquellos que estos días están intentando pasar. Háganlo por humanidad.

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Redacción

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