Cuando por motivos de mi trabajo en Correos, y a petición mía, me trasladaron a esta ciudad de Málaga, cada día que caminaba por una de las alamedas del parque, camino del antiguo edificio postal, siempre le daba, y aún sigo dándole, la vuelta en redondo a la estatua del Comandante Benítez, para leer los nombres de los oficiales que junto a él, cayeron en Igueriben. Decía la prensa de la época que la estatua, al principio, se inauguró, en la Pl. Augusto Suárez Figueroa, la que más tarde fue Queipo de Llano, y en la actualidad, de la Marina, frente al Puerto. La carta que el Comandante Benítez va a escribir, según los historiadores, puede que sea desgarradora, por lo heroico de aquélla situación. Y como la de todos los Héroes, va dirigida a nosotros, los melillenses, y dice así: “Queridos melillenses, os escribo desde la fila 5ª, del Panteón de Héroes, en el Cementerio de La Purísima. Como algunos ya sabréis por la plaza, que nació con el nombre de África, y que desde el 6.12.1923, lleva mi nombre, como “Comandante Benítez”. La verdad es que se ha escrito tanto de mi persona, como de los que caímos en la posición de Igueriben, que poco puedo aportar. Pero no obstante, es mi deseo nombrar a los oficiales que cayeron conmigo, resistiendo, con temple y valor, junto a nuestros soldados, aquéllos trágicos días de julio de 1921. Fueron, entre otros: El Capitán, Arturo Bulnes; los Tenientes, Alfonso Galán Arrabal, Manuel Castro Nuño, Ovidio Rodríguez, Justo Sierra, y el Alférez Rafael Villanueva Hoppe; todos ellos de mi Rgto.. Los artilleros: Capitán, De la Paz Orduña, y los Tenientes Ernesto Nougués Barrera, y Julio Bustamante. El de Intendencia, era el Alférez Enrique Ruiz Osuna. De todos los heliogramas intercambiados entre Annual, y nuestra posición, el más trágico que me ví obligado a enviar, fue el último despacho, que todo el mundo conoce: ´Sólo quedan doce disparos de cañón, que empezaremos a disparar para rechazar el asalto. Contadlos y al doce disparo hacer fuego sobre nosotros, pues moros y españoles estaremos envueltos en la posición´. Me dicen que, cuando marchaba al frente de mis soldados, me hirieron en la cabeza, y un nuevo disparo en el corazón, fue el motivo de mi muerte. Quedo muy agradecido de toda la gente que aún me recuerda, lo que transmito a mis soldados, que tanto sufrieron, y murieron por nuestra Patria, y por nuestra cultura e idiosincrasia, en aquéllos aciagos días. Un abrazo con todo mi cariño. Julio Benítez Benítez”. Dicen que la Cruz Laureada del Comandante Benítez, a petición de la familia, está depositada en la caja fuerte del Ayuntamiento. Si eso fuera cierto creo, humildemente, que su lugar sería en una vitrina, bien visible, del Museo del Ejército, pero en Melilla, claro está. Así podríamos todos los melillenses y visitantes, observarla, con el respeto, y el honor debido.
Los cementerios eventuales de los que fueron exhumados los restos mortales para ser enterrados en el Panteón de Héroes, de La Purísima, son: Hardú, Casabona, Tahuima, Tauriat, Buchit, Tumiat, Atlaten, San Juan de las Minas, Zoco el Hach, Tizz, Yasanen, Tifasor, Xamar, 2ª y 3ª Casetas, Sidi Musa, Sidi Alí, Zaio, Kadour, Izhafen, Rasmedua, Tautiat, Zoco el Arbaa, Restinga, Harcha, Ya Dumen, Cabo Agua, Ait Camara, Igueriben, Tuguntz, Yebel Ben Hidur, Sidi Hosain, Farna, Axdir, Mon Mimons, Agual, Afsó, Annual, Buermana, Buhafora, Telatza, Quebdani, Tisingar, Timayast, Tar-Sarf, Kandussi, Sidi Mesaud, Yebel Udia, Posición B., Dar Busada, Reyen, Boquete-Eslef, Tizi Alma, Loma Roja, Zoco T´lata, Monte Arruit, y Tasarut.
Yo sé de algunos melillenses, que algunos fines de semanas suelen viajar al país vecino. Desde estas líneas les recuerdo, que cuando circulen por estos lugares, piensen que en cada uno de ellos, murieron, y estuvieron enterrados nuestros héroes, cuyos restos mortales fueron exhumados para ser depositados en nuestro Panteón de Héroes. Y creo que, en toda España, no hay un lugar donde exista la inmensa memoria de fechas escritas con lágrimas y sangre, de tanto heroísmo de nuestro Ejército, por nuestra Patria.
Hay una frase que dice: “El pueblo que honra a sus héroes, y a sus mártires, se honra a sí mismo”.
