Carlos Granero atendió gentilmente la llamada de MELILLA HOY ayer miércoles, con el fin de conocer sus impresiones en torno a su salida de la U.D. Melilla, asegurando de nuevo que los motivos son exclusivamente familiares. El técnico del ‘milagro’ de la permanencia sólo tuvo palabras de agradecimiento hacia la U.D. Melilla y como suele ser habitual en él fue elegante en sus declaraciones hacia el club. Granero no ha firmado aún por ningún club, lo que demuestra que sus problemas son verdaderos. Ello le ha supuesto un grave perjuicio, tanto deportivo como económico, renunciando a su contrato y hasta el punto que se ha visto obligado a perdonar la prima por lograr la permanencia, un premio que le correspondía por conseguir algo que era casi imposible. Por cierto, hay cuestiones que no se comprenden, otros técnicos se fueron con contrato en vigor, regalándole una millonada por nada, sin cumplir sus objetivos, y otros, como Granero, por salvar al Melilla del desastre, se le priva de lo que se ha ganado con creces -por cierto una cantidad irrisoria-, dejándose la ‘piel’ y consiguiendo reflotar una nave que estaba casi hundida. Por cierto, lo que logró, no tiene precio.
-¿Cómo ha vivido su rescisión de contrato con la U.D. Melilla?
No estoy nada contento. He vivido quince días de angustia, consciente de la decepción que suponía esa decisión, y en la dinámica en la que podía entrar el club por esta situación, de esta coyuntura que me toca vivir ahora mismo. Estoy preocupado y poniéndome a disposición del club en todo lo que hiciera falta de mí.
-El problema familiar le ha impedido cumplir su contrato. ¿Estaba ilusionado en seguir, después de obrar el milagro de salvar el descenso?
Mucho, ya que he estado a tope, planificando todos los detalles de la pretemporada con el presidente, Luis Manuel Rincón, y con el gerente, David Torices. Confirmo todo lo que dijo el presidente el martes en rueda de prensa. Habían conversaciones en la que estaba presente con los componentes del cuerpo técnico, Mohamed y Augusto Hoyo, y del club para preparar todo. Estábamos en una línea en la que íbamos a llegar muy bien en todos los sentidos al día 15 de julio. Pero cuando se produce mi problema familiar hace quince días, me he apartado un poco de todo este planteamiento y lo dejo en manos del club, pues ya no tengo nada que ver en la planificación de la plantilla.
-El problema surge hace dos semanas. ¿Se ha tardado mucho en solucionarlo. Cree que ha dado lugar a muchas suspicacias?
Creo que ese silencio se puede interpretar de varias maneras, efectivamente, pero tengo que decir que yo me he dejado llevar por lo que el club ha marcado en este asunto. El club necesitaba unos días y quería buscar un recambio de garantías, según me comentaron, y necesitaba un tiempo. La prioridad era esta y se marcaban su plazo y margen. En ese sentido no quiero ninguna responsabilidad, pues cuando le comunico mi decisión al presidente y al gerente se produce un margen de cuarenta y ocho en el que sigo todos los pasos que marca el club y me atengo a lo que la U.D. Melilla me indica. Le comuniqué al club que había que decir algo, pues ese silencio seguramente daría lugar a comentarios contra el club y Granero, pero hasta el final he seguido los designios que me ha marcado el club.
-¿Ha tenido discrepancias por el tema deportivo?
No. Esa cuestión sí que quiero salvaguardarla y dejarla bien clara. No he tenido ningún problema en ese sentido. Solamente ha existido esta cuestión personal, una coyuntura familiar que me toca vivir como le puede tocar a cualquier familiar y que debo afrontar. Puede haber diferencias en algunos criterios y cosas. Eso enriquece y es bueno, pero en cuanto a la pregunta no es el motivo ni lo hay. Todo iba perfecto. No ha habido discrepancias, la única cuestión es familiar, no hay otra.
-Muchas personas no creerán sus problemas familiares, pero lo cierto es que el tiempo le da la razón, a día de hoy no ha firmado con nadie.
Puedo entender que mal pensados y retorcidos hay en todos los sitios, además de gente que no crea mis argumentos, pero yo no trabajo para esa gente. Si tuviera que hacerle caso, seguramente hace siete meses no me habría presentado en Melilla para intentar salvar al equipo. En ese sentido, no he engañado a nadie, tengo una coyuntura que es la que es. De hecho, el pasado martes, el Melilla informó públicamente la contratación del nuevo entrenador, después de anunciar mi rescisión de contrato. El club tiene entrenador y yo no tengo equipo todavía. No he firmado con nadie. Yo no he engañado a nadie, sólo tengo un problema familiar bastante grave. Hace trece días, el presidente y el gerente sabían que yo podría buscarme un equipo que pudiera ser de aquí de Valencia, que no estuviera a más de cien kilómetros de mi casa, y ellos podían buscar libremente entrenador. Eso fue hace trece días y hoy estoy fuera del club. El Melilla tiene entrenador y yo no tengo equipo aún, pues tenía dos reuniones y estaba esperando a ese documento de rescisión.
-¿Cree que hay demasiada desconfianza hacia usted con tantas cláusulas en su contrato de rescisión, después de lo mucho que le ha dado al club?
Esa pregunta no la tengo que contestar yo, no es para mí. Si yo apareciera hoy, con un gran equipo, como el Real Murcia o el Albacete, posiblemente la desconfianza esté justificada. A lo mejor me podrían haber puesto diez o quince cláusulas, pero seguramente hacia donde voy, con las dos alternativas que tengo, voy a perder en lo económico. En lo deportivo, pueden ser proyectos que no tienen nada que ver con el Melilla. Tampoco había proyectos tan ambiciosos como los del Melilla. Eres un técnico de una casa grande o de un proyecto de filial y ese sentido, tampoco voy a ganar. El club ha hecho lo que creía conveniente, he aceptado esas cláusulas y no voy a entrar en más debates porque quiero salir bien del club y porque quiero dejar esa puerta abierta. Además, ya me deberían conocer y no soy así.
-Dice que se ha dejado la puerta abierta. ¿Volverá?
Bueno, hay una cláusula que no descarta mi regreso. Ojala que al Melilla le vaya fenomenal y renueve al nuevo entrenador por muchos más años, pero dejo esa puerta abierta para la temporada 2017-18. Ojala mis problemas personales se resuelvan y además mi trato con el club es extraordinario.
-¿Le gustaría añadir algo más?
Me gustaría pasar más desapercibido en torno a esta situación, que no se hubiera generado tanto debate. Creo que las cosas son como son. Hay que abordarlas rápido, pues ha dado lugar a muchas conjeturas, pero si lo que ha dicho el presidente y yo se hubiera comentado mucho antes, a lo mejor no nos habríamos alargado mucho, y es un poco lo que se me queda ahí. Me hubiera gustado despedirme de otra manera, pero he sido fiel y disciplinado a la U.D. Melilla hasta el final. He dado lo que creo que podía darle a este club.
