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Alerta y vergüenza mundial por el fraude del voto por correo en Melilla

El caso del voto por correo en Melilla nos ha vuelto a poner de actualidad local, nacional e internacional. Una vez más, y por desgracia, por algo malo, algo contrario a la moral. Las televisiones, radios y periódicos nacionales recogieron el viernes, en portada y en página interiores, la fraudulenta situación y el mal uso del voto por correo en nuestra ciudad.

El diario El Mundo tituló : “Alerta por fraude en Melilla: 200 euros por voto” y amplió la información -que yo ahora actualizo- resumiendo que hasta el jueves ya se habían presentado la impresionante cifra de 11.707 votos por correo -el 20% del censo electoral y nada menos que el 33% de los previsibles votantes- de los que “Correos sólo ha validado 921 -cifra actualizada- por el momento”. “La red -fraudulenta- supera la veintena de personas investigadas”. Mi conclusión: todavía no sabemos quiénes son los investigados, aunque la voz popular emite todo tipo de posibilidades y culpabilidades.

El País: “Un juzgado abre una investigación por la compra de votos en Melilla. La Junta Electoral ordena que quienes opten por la vía postal deben acudir a una sede de Correos con el DNI para identificarse”. Parón al abuso, golpe a los que yo llamo “mayoristas”, compradores de votos para, después, intentar revenderlos al mejor postor.

ABC: “Las dos principales formaciones de la Asamblea, PP y CPM, se acusan mutuamente de estar detrás de las supuestas irregularidades en el voto por correo”. Por su parte, La Razón titulaba: “La Policía investiga el voto por correo en Melilla”. Pues esperemos, añado yo, que la juez encargada del caso pueda emitir pronto alguna resolución, para poder aclarar tantas oscuridades.

La corrupción en el uso y abuso del voto por correo ya tenía una larga y lamentable historia en nuestra ciudad. Una corrupción que, con el tiempo, en vez de haberse contenido ha aumentado hasta esa increíble -pero cierta- cifra de más de 11.707 votantes melillenses que aducen no poder ir a votar presencialmente el 28 de mayo. O, por ser más preciso en mi análisis, ocurre que, en la inmensa mayoría de esos 11.707 casos, prefieren vender su voto, por dinero – ¿200 euros por voto?- o por promesas de prebendas y favores futuros -colocación laboral, vivienda, obras, etc. La pasividad de la Administración pública en todos estos años, meses y días anteriores, incluyendo los de este 2023, lo que ha ocurrido hasta ahora, es, desde todos los puntos de vista, absolutamente reprobable y culposo. Nos obligan a pagar muchos, demasiados, impuestos, para tanta pasividad e ineficacia, tanta palabrería hueca, con la delegada del Gobierno en Melilla como cabeza visible, siempre riente, de tanta y tan larga ineficacia.

Coalición por Melilla, uno de los dos partidos que puede ganar las elecciones del 28M, insiste en dos cosas: 1/Paralizar las elecciones y 2/Los más de 700 votos ya depositados sin presentar el DNI no tienen garantías. Sobre lo primero ya se ha posicionado la delegada del Gobierno -candidata del PSOE en Melilla- negando cualquier posibilidad de paralizar las elecciones, ni dos meses, ni dos días. Sobre lo segundo, se debería hacer- separar esos 761 votos por correo depositados, del resto de las papeletas y analizar a qué partidos, o partido, han votado esas 700 -o más- personas. Sería más que muy interesante saberlo. Pero no lo sabremos, porque la Junta Electoral de aduciendo el artículo 81.1, lo ha prohibido.

Sobre el resultado electoral melillense del próximo domingo, ahora con distintas reglas de juego (afortunadamente) caben todo tipo de hipótesis. Una de ellas: que sólo 4 partidos (PP, CpM, Vox y PSOE) van a superar el listón del 5%, o sea, los demás partidos que se han presentado no van a contar en el reparto de escaños de la nueva Asamblea local. Ese es un dato fundamental para el reparto de escaños, que no va a ser un reparto proporcional al número de votos conseguidos, al aplicarse el famosa método D’Hondt, que tiende a favorecer a los grandes partidos. Tendré oportunidad de volver sobre este tema en mi última Carta del Editor antes de las elecciones, la del próximo jueves.

Posdata

El gran, el inmenso Rafa Nadal está a punto de dejar el tenis. “Hagas lo que hagas, aquí nos tienes para siempre”, era la acertada portada del viernes en el diario Marca -que, por cierto, imprimimos nosotros en Melilla y que se distribuye, en nuestra ciudad, de forma conjunta e inseparable con nuestro MELILLA HOY.

“Mi intención es que el año que viene sea el último”, acaba de declarar Rafa, quien -en una demostración más de su admirable personalidad y su modestia- ha añadido: “No merezco terminar así, me esforzaré para que el final sea otro”. Desaparecerá de las listas de grandes tenistas profesionales en ejercicio, pero su inmenso legado humano y deportivo jamás desaparecerá de la mente y el corazón de los españoles, del mundo, en general.

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Enrique Bohórquez López-Dóriga

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