Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

El rincón de Aranda

Agustina de Aragón y Napoleón

melillahoy.cibeles.net fotos 866 Juan Aranda web

El jueves 22 de mayo, en el suplemento semanal, leía lo que se refería a Agustina de Aragón, y la verdad que me ha encantado. Me agrada porque los ciudadanos deben saber quiénes fueron los personajes que figuran en las esquinas de sus calles. La de Agustina Raimunda María Zaragoza Domènech, más conocida como: “Agustina de Aragón”, está más que justificado que su glorioso nombre figure en una de nuestras calles, entre la de Tetuán y Juan S. Elcano. Según algunos historiadores, esta señora nació en 1786, en la calle de “Sombrerers”, hija de Francesc y Raimunda, naturales de Fulleda, (Lérida). Fue bautizada en la Iglesia Santa María del Mar, muy cerquita del lugar de su nacimiento. Con solo 17 años se casó con el Cabo de Artillería, Joan Roca Vilaseca, con el que nació un varón, que murió siendo muy niño, y del que no existen más datos. Su marido participó en la Batalla del Bruch, y los acontecimientos de la Guerra de la Independencia, los llevaron a él y a Agustina, a la presencia del General Palafox, concediéndole el distintivo de Subteniente, con el uso del escudo, como recompensa del valor y patriotismo: “Defensora de Zaragoza”. Probablemente el nombramiento tenía tanto de práctico como de honorífico, pero claro que la pertenencia al Cuerpo de Artilleros, proporcionaba a Agustina el derecho a comer del rancho de los soldados, lo que no era desdeñable en una ciudad sitiada. Posteriormente, sin embargo, Agustina conseguiría sucesivamente los galones de Sargento y de Subteniente. A la muerte de su esposo, se casó en segundas nupcias con Juan Cobo de Belchite y Maspera, teniendo de ese matrimonio una hija llamada Carlota. D. José García Cosío, Cronista Oficial de Ceuta y autor del libro “Ceuta , historia, presente y futuro”, editado en 1977 dice: “Que Doña Agustina Zaragoza y Doménech, nacida en Fulleda (Lérida) y no en Barcelona como aparece en su partida de defunción (sic); llegó a Ceuta en el mes de Mayo de 1853, acompañando a su hija Carlota, casada con el capitán de la Administración Militar D. Francisco Atienza Morillo, a la sazón destinado a la guarnición de dicha ciudad. Habitaron primero en la casa nº 10 de la calle Muralla, y posteriormente en la casa nº 37 de la calle Real, denominada entonces “La Casa Grande”, que se encontraba enclavada en el mismo sitio en que ocupa la edificación nº 2 de la calle que lleva su nombre y en cuya fachada principal hay una lápida en su honor. Doña Agustina cuando fue a residir a Ceuta contaba sesenta y siete años de edad, teniendo una firmeza y carácter extraordinarios. Tuvo una actuación personal con motivo de una sublevación ocurrida en el Penal del Hacho, causando tal impresión en los presos, que al momento depusieron su actitud. Falleció en dicha Plaza de Ceuta (según fotocopia de su partida de defunción), el día 29 de Mayo de 1857, de una afección pulmonar, a la edad de 71 años, siendo enterrada en el cementerio de Santa Catalina, nicho nº 1 del departamento de San Cayetano. Era viuda de Juan Roca, Capitán retirado y casada en 2ª nupcias con Juan Cobo, Subteniente agregado al Rgto. Fijo de Ceuta. Firmado por el Secretario D. José Moreno y por el Alcalde D. Alejandro de la Herrera. La corporación del Ayuntamiento de Zaragoza acordó solicitar el traslado de sus restos, comunicando dicha decisión al municipio ceutí el 12 de Junio de 1864. El 2 de Junio de 1870 fueron exhumados dichos restos siendo recibidos en la ciudad de Los Sitios, el 14 del mismo mes y año, y trasladados posteriormente al Monumento que perpetua las hazañas de 1808”. Todo lo anteriormente relatado es debido al amable D. José María López Domínguez, coautor del callejero de Melilla, contestándome, y a la vez rectificándome sobre un articulo mío publicado en estas páginas, en el que erróneamente yo decía que Doña Agustina de Aragón nació en Barcelona y falleció en Melilla, cuyos datos tomados del Espasa, y este de la Enciclopedia Álvarez de la Editorial Miñón. Y ahora yo, como mangangá, o mosca cojonera, por enésima vez le pregunto al responsable de los nombres en las calles: ¿Qué pensará cuando le llegue el turno a Napoleón?, ¿Retirará a ese General al que nuestra Agustina le hizo frente en Zaragoza?. ¡Ah!, ya se me olvidaba: si tienen a mano la música de “El Sitio de Zaragoza”, les recomiendo que lo oigan con mucha atención: “Los lejanos cañonazos al amanecer, la rutina de una ciudad sitiada y hambrienta, los toques del Regimiento, las marchas de la Caballería, con sus cornetas de llave, y finalmente la Marcha Militar. La verdad es que Cristobal Oudrid estuvo “sembrao” por haber compuesto ese Himno tan entrañable, en 1848. Claro que el político responsable estoy seguro que escuchará algo así como: “Qué alegría más tonta, estar viéndolas venir, (….), qué paz, qué bien vivir. Que vivan los idiotas que nos hacen reír”. Bueno pues como se suele decir: “Que Dios lo bendiga y lo jarte de miga”, pero con pan y sin agua, y a palo seco.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€