Entrevista a Farid Abdel-lah, nuevo presidente de la Comisión Islámica de Melilla (CIM)
MELILLA HOY entrevista al nuevo presidente de la Comisión Islámica de Melilla (CIM) después de que resultara elegido el pasado 7 de julio como nuevo máximo responsable de la entidad religiosa de la ciudad al haber sido el único candidato que se presentó a las elecciones que celebró la CIM para escoger al sucesor de Hassan Laaboudi, anterior presidente.
– ¿Cómo afronta esta nueva etapa al frente de la Presidencia de la Comisión Islámica de Melilla?
– Realmente no lo he buscado sino que me han insistido y animado varios sectores de la sociedad melillense, como empresarios o responsables de mezquitas. Al no tener ningún afán de lucro, sino con el objeto de defender los intereses de los creyentes musulmanes afronto el cargo con entusiasmo, ilusión y valentía rodeado de un equipo totalmente renovado para llevar a buen puerto este proyecto tan ambicioso.
– ¿Qué le impulsó a dar el paso para presentarse como candidato a dicho cargo?
– La insistencia y persistencia de muchas personas conocidas y no conocidas son quienes me han animado a asumir esta gran responsabilidad, y haré lo posible y lo imposible para estar a la altura de las circunstancias, siempre respetando los órganos internos de la entidad y apoyando firmemente el trabajo colaborativo con el resto de entidades religiosas y civiles.
– ¿Le sorprendió el hecho de haber sido el único candidato que se ha presentado a las elecciones para presidente de la CIM? ¿Es un puesto difícil de asumir?
– El cargo de presidente de la CIM es un cargo de máxima responsabilidad que requiere dedicación, esfuerzo, paciencia y fuerza de voluntad para afrontar unas situaciones internas dentro de nuestro colectivo que muy pocas personas pueden y saben afrontar. En determinadas actuaciones se requiere un plus de sabiduría, en otras un don de convencimiento y saber aglutinar a sensibilidades diferentes, una apuesta firme por un diálogo interreligioso valiente y no entrometerse en temas estrictamente políticos.
Teniendo en cuenta todo lo que le acabo de describir, entenderá de que la gente se aleje de dicho cargo y no se atreva cruzar esta línea y adentrarse en una federación donde todavía hacen falta cambios, reestructuraciones, independencia económica, etc. De ahí que no me haya sorprendido que no se hayan presentado otras candidaturas porque más que un cargo es una carga.
– Recoge el cargo de la Presidencia de la CIM en un momento en el que parece que hay mayor consenso entre todas las asociaciones que integran la CIM ¿Trabajará usted para mantener y fortalecer dicho consenso?
– No sólo me esforzaré en fortalecer los lazos entre las cuatro entidades que integran la CIM, sino que se trabajarán estos próximos cuatro años para convencer e integrar al resto de entidades islámicas. El camino será arduo, pero no cejaremos el empeño en ello. Una comunidad se fortalece y robustece cuando son más entidades las que la integran. Y en este sentido ya hemos iniciado los pasos para dicha integración.
Eso no es óbice para que surjan voces que quieran impedir y poner obstáculos y palos de molino en este afán aglutinador e integrador. Cuando otros ladren, nosotros estaremos en otros campos de unir, de tender la mano, de abrirnos hacia los otros.
– ¿Tiene previsto reunirse pronto con el nuevo presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda? ¿Qué le pedirá como presidente de la CIM? Por ejemplo, ¿mantener rezo colectivo por Aid el Kebir y Eid el-Adha en Plaza Multifuncional?
– Tenemos previsto no sólo reunirnos con la máxima autoridad autonómica de la ciudad sino con todos y cada uno de los responsables máximos de los estamentos y organismos oficiales de la ciudad.
Con el señor presidente de la CAM la reunión será en breve y, entre otras cuestiones, se le ofrecerá la posibilidad de seguir colaborando con la CIM en todo lo que afecta a temas vinculados al Islam: actividades, festividades, cementerio, etc. Siempre transmitiendo la idea de separación de lo sacro de lo político. Creemos que entender esto último nos brindará la oportunidad de ser sinceros en los planteamientos y no pisarnos los terrenos. Y eso a corto plazo hace que el diálogo fluya y, por lo tanto, la relación sea más dinámica y abierta.
Defenderé todo lo que ha dado fruto y si la ciudadanía ha visto con buenos ojos la nueva ubicación del Eid pues se seguirá defendiéndolo. Pero si la propia ciudadanía quisiera volver a la anterior ubicación por el tema de las personas mayores, cercanía periferial… no sería yo quien me opondría. Son cuestiones internas que habría que dilucidar dentro de la CIM y contando con la voz de los responsables de mezquitas, asociaciones de vecinos, etc.
– ¿Retomarán las relaciones y negociaciones con la Delegación del Gobierno tras los rifirrafes de la anterior etapa?
– Al ser un defensor acérrimo del diálogo interreligioso o no pienso que la nueva Ejecutiva de la CIM tiene y debe tender su mano a la Delegación del Gobierno, independientemente de quien haya sido el desencadenante del alejamiento de uno del otro. Esta es una nueva etapa y como tal el diálogo y el consenso deben primer sobre otros parámetros de frentismo y cerrazón.
