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El rincón de Aranda

Actor Tallaví

Leyendo el “trasiego” existente, sobre el recambio del nombre de la calle “José A. Primo de Rivera” por el primitivo “Conde del Serrallo”, (en la II República se le denominó “Alcalá Zamora”), con los votos a favor, en contra, y las abstenciones de algunos partidos, me ha traído a la memoria que en el barrio donde yo vivo, en Málaga, existen una serie de calles, cuyos nombres son de grandes actores de la escena española. Está la de María Tubau, coetánea de María Guerrero; Elisa Mendoza Tenorio; Ricardo Calvo, Antonio Vico, y también nuestro actor Tallaví, Cuyo verdadero nombre era: José Francisco Ildefonso Tallabit Villalobos que desde el 1.04.1916 da nombre a una de las vías principales de nuestra ciudad. Murió en Madrid, en el cenit de su carrera, el 20.02.1916, sin haber cumplido los cuarenta años, siempre llevando con orgullo el ser Hijo de Melilla.

Sobre nuestro insigne actor, el escritor y periodista José Mª Carretero Novillo, conocido como “El Caballero Audaz”, lo entrevistó para la revista “La Esfera”: “¿Usted es de Málaga?- No señor, soy africano: nacido en Melilla, mi padre era militar y estaba allí destinado. En Málaga, adonde fui siendo muy pequeño, me crié e hice mis primeros y mis últimos estudios”.

Sobre la fecha y lugar de su nacimiento, hay quien afirma que nació en Melilla, en el Callejón del Moro, cercano a los Aljibes de las Peñuelas, el 18.11.1876. Otros creen que vino al mundo en el Peñón de Vélez de la Gomera en 1878. Su padre era catalán y la madre de Vélez Málaga, exiliados políticos. Según algunos biógrafos creen que el padre actuaba de Cabo de Varas en el Presidio, mientras él lo hacía en los escenarios de la Península. El General Ardáiz de la Conderena, fue el que dispuso que una de las principales calles de Melilla llevara su nombre.

Dicho todo esto, para que los ratoncitos de bibliotecas, y los caletres de los historiadores de ojana, o diplomados, se pongan a dilucidar, deseo hacerle saber a la señora Fadela Mohatar, que aún tenemos pendiente la retirada de Napoleón de la Falda de Camellos. Y créanme que se lo digo sin un ápice de acritud, o sea: de “buen rollo”. Porque desde hace muchos años, como hacen algunos lectores, me
pregunto: ¿Qué hace Napoleón en una calle de Melilla, a 500 metros de los Héroes Daoíz y Velarde?, (consultar la Guerra de la Independencia). Si hubiese alguien en el Palacio de Enrique Nieto, que tuviese una respuesta coherente, creo que le daría garantía de lo que le pagamos entre todos al mes, o sea, su buen sueldo, y nos encantaría que lo dijera. Como también el nombre del profesor de música: D. Julio Moreno, que a pesar de ser repetitivo o “mosca cojonera”, cosa que me importa un bledo parecerlo, es mi deseo que figure en una calle de nuestra ciudad, aunque sea en un pequeño pasaje y estrecho callejón del más humilde barrio; ya que él fue modesto, y de buen corazón, como persona, pero virtuoso como enseñante de una de las bellas artes, como es la música, a cientos de niños melillenses, con o sin “posibles”, y sin cobrarnos un céntimo.

Y ahora vamos con el Cementerio y su campanita que no tañe. Verán:
Como ya saben, desde hace como unos 15 o 20 años: ¡si, señor!, casi 20 años que vengo reclamando, si fuera posible, por ser La Purísima el Cementerio que alberga más Caballeros Laureados de toda España en sus sagrados patios y panteones, se le denomine: “Cementerio Nacional de Héroes de España”. Y si alguien piensa que por ser yo un humilde Cartero Urbano “jubileta”, el que hace esa petición, le digo que no me importaría nada, si alguna autoridad o “figurón de foto al quite”, lo llevase a cabo, y se colgara el correspondiente “chapón”, nuestros Héroes descansarían con más orgullo patrio. Y sobre la campanita: ¿Qué quieren que les diga?: Pues que la pongan al uso, y le den los toques de rigor, y si lo ignoran, pues que aprendan, que para eso cobran, y se dejen de pamplinas; que tampoco cuesta tanto tirar de la cuerdecita, cada vez que hay un sepelio. Además que también tiene su historia, como todo en nuestra ciudad.

Como dice el antiguo refrán español: “Que no es por el Huevo, sino por el Fuero”. Siendo en este caso, “Napoleón” y la “Campanita”: el “Huevo”; y el “Fuero”, como es natural sería la aplastante “Lógica” o “Razón”. Porque creo que la tengo, ¿o no?.

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