El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, defendió ayer la legalidad de las actuaciones de la Guardia Civil en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, pero afirmó que la Ley de Extranjería "no es muy explícita" en lo que afecta a las dos ciudades y la figura del rechazo en frontera. En cualquier caso, delegó en el conjunto del Gobierno la competencia para acometer una posible reforma de esta Ley. "Es verdad que la ley de Extranjería en este campo no es muy explícita, que no recoge el fenómeno de rechazo en frontera, lo que no quiere decir que establezca la ilegalidad del protocolo que se está siguiendo en este momento. ¿Podría ser más exhaustiva en su regulación de Ceuta y Melilla? pues tal vez sí, pero es un debate que no estoy en condiciones de decir si se va a hacer o no. Eso corresponde al conjunto del Gobierno", dijo el 'número dos' de Interior.
Martínez realizó estas declaraciones al ser preguntado acerca de un posible cambio legal un día después de que un juez haya decidido imputar al jefe de la Guardia Civil de Melilla por las denominadas 'devoluciones en caliente' a Marruecos de inmigrantes en las vallas de la ciudad sin que se apliquen los protocolos establecidos en la Ley de Extranjería.
Frontera
Según explicó, "la Ley de Extranjería se aplica una vez que se entra en territorio español, pero el rechazo en frontera significa evitar la entrada en territorio español". "Se espera que esas personas estén a salvo y bajen de las vallas para rechazarlas en frontera", aclaró al tiempo que defendió que los guardias civiles que operan en la zona tienen claro cuáles son los protocolos de actuación.
"La Guardia Civil es sensible y sabe que no es un ejército invasor, sino personas que vienen huyendo de la miseria" y eso provoca que "no se haga el rechazo en frontera como se haría en otros casos que sería mediante el uso proporcional de la fuerza".
"No se va a usar la fuerza para tirar de la valla porque eso pondría en riesgo su vida. La Guardia Civil por eso espera a que se bajen y estén a salvo para llevar a cabo el rechazo en frontera y evitar que entren. No es devolución, sino rechazo en frontera", explicó Martínez quien recordó que la legalidad europea obliga a los países a defender sus fronteras y por tanto estas actuaciones se enmarcan dentro de la legalidad.
Dijo que el protocolo actual lleva vigente "muchos años" y que la actual administración "no ha innovado nada". "El trabajo que realiza la Guardia Civil es tremendamente difícil", destacó al tiempo que negó que los agentes no tengan claros los conceptos operativos como denunciaron algunas asociaciones profesionales del Instituto Armado: "los tienen perfectamente claros y cuando ha habido que explicarlos se ha explicado exhaustivamente".