Las numerosas detenciones de ilegales que llevaba a cabo la Brigada d Seguridad Ciudadana venía colapsando con frecuencia la Inspección de Guardia de la Comisaría de Melilla. Esta circunstancia se veía agravada por una alarmante falta de medios técnicos y humanos que propiciaba insufribles esperas de ciudadanos que acudían con la intención de presentar una denuncia. Además, un letrado de la ciudad cuestionaba la legalidad de estas detenciones al plasmar, en una diligencia adicional, que no existía infracción alguna para notificar la detención de las personas a las que se asistió.

Marcial García comunicaba oficialmente su renuncia al cargo de máximo responsable de IU en Melilla y proponía solventar la sucesión en un mes.