El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, fue quien versó la lección inaugural de los XXIV Cursos Internacionales de Verano 2015 sobre las iniciativas para combatir la radicalización yihadista en los centros penitenciarios, explicó la situación actual del fenómeno yihadista, así como los perfiles que existen y la evolución de las estrategias que se han llevado a cabo desde la administración para combatir este fenómeno. En este sentido, destacó el carácter “globalizado” en el caso del yihadismo, así como su propiedad “multifactorial y dinámico” que dificulta las tareas de prevención del mismo. El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, reconoció que Melilla tiene una situación geoestratégica que hace que ante zonas de conflictos "actúe como barrera de las democracias occidentales" y por ello tiene "un papel muy importante", así como lo tiene también en cuanto al "control que se ejerce de la Ciudad Autónoma respecto a posibles elementos yihadistas".
De esta manera, recordó que España es un "país de referencia" en el ideario de la yihad terrorista, debido a la pretendida "recuperación" del Al Andalus en tanto que "evoca el esplendor del pasado de la expansión del islam", al igual que lo puede ser Ceuta y Melilla. En este último caso, ambas ciudades según Yuste "representan para el yihadismo una reivindicación histórica y recurrentes al considerarlas parte de la comunidad islámica".
Un cambio “significativo”
Yuste destacó el “cambio significativo" que ha sufrido el fenómeno yihadista en cuanto a formas de financiación, distribución territorial, métodos de captación y radicalización entre los que mencionó el papel de Internet. Estos cambios, explicó han hecho buscar formas como la redistribución de reclusos para evitar que “extiendan el ideario terrorista” entre los internos, ya que según apuntó el encarcelamiento de personas que han cometido este tipo de crímenes "no supone el fin de la adscripción al extremismo o a la célula que pertenecía", sino que en ocasiones sirve para "incrementar su radicalización o para reclutar personas".
Yuste aseguró que de los años 90 a la actualidad se ha avanzado en los programas de actuación con los reclusos que ingresan por causas terroristas, así mientras antes de dicha fecha "se le daba el mismo tratamiento a todos", la experiencia y la incorporación de prácticas novedosas por otros países ha dado lugar a la actualización de las estrategias que se reflejan en "el programa de intervención de los internos islamitas en los centros penitenciarios que se puso en marcha en julio del año pasado".
Este programa, en el que desde los años 90 han pasado unas 2.000 personas diferencia tres grupos de reclusos. El primer grupo en los que actualmente existen unas 74 personas, está conformado por internos procesados por su vinculación con el terrorismo islamista. El segundo grupo de 25 personas, son internos implicados en otros delitos en que se aprecian actitudes o conductas afines al integrismo radical pero que cuyo ingreso no responde a motivaciones terroristas y suelen ser "radicales que ejercen de reclutadores". El tercer grupo, está conformado actualmente por unas 87 personas que son internos "mayoritariamente pero no exclusivamente musulmanes, que por su personalidad pueden ser objeto de captación y radicalización". Así, reconoció que mientras que el primer grupo es más fácil de detectar, estos dos últimos presentan una mayor complejidad.
Terrorismo en datos
El secretario general de Instituciones Penitenciarias contabilizó un total de 79 yihadistas condenados, o presos preventivos por delitos de que hacen referencia al terrorismo islamista en estos momentos. Pero además, las administraciones también recogen una serie de elementos satélites que denominan "radicalizadores o internos radicalizables", que son personas "fácilmente seducidles por estos". Así son un total de 170 personas a las que se les está llevando a cabo un programa en las cárceles españolas ahora mismo de seguimiento y prevención ya que "evitar la radicalización es más fácil que resocializar a los radicalizados".
El papel de las mujeres en el terrorismo yihadista
Yuste sostuvo que el papel de las mujeres es un "fenómeno importante" además de ser "relativamente reciente", estando ahora en las cárceles una docena aproximadamente aunque cuando en los últimos 10 o 12 años “no había ninguna”.
Según el responsable el reclutamiento de mujeres a las células terroristas se debe por un lado al "mayor papel de la mujer en las sociedades globalizadas", y por otro al perfil de este tipo de mujeres que Yuste describió como "mujeres que están desvalidas sin hijos y que encuentran en grupos como el Daesh un referente de superación de sus problemas personales", a lo que se puede sumar también "un componente económico".
